La formación política y ciudadana para las juventudes hondureñas

La Escuela de Formación Política y Ciudadana (EFPC) es una propuesta de formación ética e integral para la juventud hondureña que realiza anualmente el Equipo de Reflexión Investigación y Comunicación (ERIC-SJ), la escuela tuvo su origen en el año 2007 desde los centros sociales de la Compañía de Jesús de América Latina y el Caribe con el fin de contribuir a la construcción de un pensamiento crítico a la política desde las juventudes, proceso que lo asumiría la Comisión del Apostolado Social de los Jesuitas en Centroamérica y que en Honduras iniciaría en el año 2008. 

Este proceso de formación tiene un triple objetivo: el primero es, contribuir a la formación de una nueva generación de mujeres y hombres jóvenes comprometidos con la ética y la política, que trabajen en la transformación de Honduras, desde los distintos espacios de participación. Un segundo objetivo será, profundizar en la lectura de la realidad y la formación socio política de las personas. El tercer objetivo, busca contribuir al surgimiento de nuevos líderes y lideresas en las organizaciones sociales y que desde allí el proceso tenga un efecto multiplicador. 

La currícula tiene al menos cuatro temas comunes a nivel Centroamericano para mantener un hilo conductor y luego cada escuela nacional la construye de acuerdo a la realidad local, el ERIC-SJ en Honduras implementa siete módulos temáticos del cual brindaremos una introducción breve a cada uno: 1) Psicosocial: se comienza trabajando a la persona y la importancia del autoconocimiento para ejercer buenos liderazgos. 2) Género y Masculinidades: la importancia de construir nuevas relaciones entre hombres y mujeres, identificando la desigualdad y opresión generada por la cultura del patriarcado. 3) Democracia y Derechos Humanos: se debate sobre la necesidad del buen funcionamiento del Estado de Derecho y del conocimiento de la constitución de la república. 4) Construcción de lo Público: en este módulo se reflexiona sobre la importancia de la recuperación de lo público y ponerlo al servicio de la ciudadanía en general, ante un modelo privatizador. 5) Modelos de Desarrollo y extractivismo: identificar históricamente como se han impulsado las propuestas económicas para desarrollar el país, poniendo énfasis en la explotación de los bienes naturales comunes. 6) Ecología integral y agroecología: en este módulo se va al campo a compartir el conocimiento y experiencias con los productores/as de los alimentos y así generar dinámicas sostenibles de consumo y de relación con el ambiente. 7) Fe y Política: dos temas que se han presentado como antagónicos, desde la escuela se ven como unificadores de la persona y de servicio social para transformar la realidad.

Este programa ha sido dirigido principalmente a las juventudes organizadas, no obstante, también han sido seleccionados personas no organizadas que luchan por un mejor país. La ubicación de la escuela ha sido en la zona noroccidental de Honduras, es por ello que en sus inicios tuvo su sede en El Progreso para llegar a organizaciones e instituciones del Valle de Sula, años posteriores en alianza con sectores del movimiento social y de iglesia abrió camino en el departamento de Copán del occidente del país y en el Valle del Aguán en Colón. También se tuvo como sede el municipio de Arizona en Atlántida y en Pinalejo, Quimistán, Santa Bárbara. 

En todas las ediciones de la escuela se ha tenido como espacios de enseñanza los centros de capacitación de la iglesia católica, como diría el papa Francisco parroquias comprometidas, en salida para hacerse pueblo y con olor a ovejas. Luego de procesos de evaluación y para focalizar esfuerzos actualmente se tiene una sola escuela nacional en el centro de capacitación San Juan Bosco en Tela, Atlántida. 

Formación insertada en la realidad sociopolítica de Honduras

Desde el ERIC-SJ se tienen como prioridad aportar a la construcción del sujeto político que es capaz de exigir y generar propuesta en una sociedad altamente polarizada, es por ello que además de la escuela de formación tiene otros espacios de formación como: los análisis de realidad mensual que se pueden seguir por Radio Progreso o por redes sociales el primer viernes de cada mes, también está el diplomado en derechos humanos y bienes naturales dirigido a defensores/as del ambiente a nivel nacional, y la escuela de agroecología para los productores/as de alimentos sanos. Todos los procesos con un equipo facilitador con capacidades de conocimiento teórico y práctico desde las diversas herramientas pedagógicas y de educación popular. 

La EFPC no es el único espacio de formación político en Honduras, por eso se celebra que diversas instituciones y organizaciones territoriales tienen sus espacios de formación para acompañar a sus integrantes, podemos tener de referencia algunos, por ejemplo: Escuelita de formación política del COPINH Tomás García en el occidente, en el Aguán la escuela de líderes de la parroquia San Isidro Labrador de Tocoa, la escuela feminista del Centro de Derechos de la mujer y la escuela de fortalecimiento de capacidades del Centro de Estudios para la Democracia con organizaciones campesinas. En esta breve descripción podemos notar la diversidad de procesos y de actores acompañados desde la formación política, fundamental para fortalecer la conciencia social en el país. 

La escuela, es un espacio que se constituye en una oportunidad educativa para la chavalada que no pudo continuar sus estudios formales. Este es un proceso amplio e incluyente que logra diálogo con juventudes del campo y de la ciudad, con defensores y defensoras ambientales, de iglesia, feministas, pueblos originarios y muchas expresiones organizadas y no organizadas. Esta diversidad de actores y experiencias es la mayor riqueza de la experiencia formativa, ya que los facilitadores/as solo son los mediadores pedagógicos entre la teoría y las experiencias de cada participante. 

En una región con tanta desigualdad y con bajos índices educativos, la sociedad es fácilmente manipulada por discursos mediáticos y populistas, esto a su vez se ve reflejado en una cultura conservadora que logra su mayor expresión en fanatismos religiosos y políticos. Estas concepciones fanáticas son frontalmente cuestionadas en las escuelas, a partir de contenidos teóricos que se ofrecen para el debate. En lo social, nada es para siempre, por muy sagrado que sea, y en las escuelas se fomenta a que la juventud cuestione y rompa el paradigma dominante. 

Egresados y egresadas de la EFPC:

La escuela en sus 15 ediciones ha graduado aproximadamente 900 personas a nivel nacional. Desde este grupo se ha participado en diversas actividades de lucha, por ejemplo:  con el pueblo Garífuna en se ha visitado la comunidad de Barra Vieja y Triunfo de la Cruz en Tela que sigue sufriendo despojo por proyecto hoteleros, se sembraron cocoteros en el territorio ancestral de Vallecito, Iriona, Colón. Se han realizado festivales ambientales en la comunidad de Cerro Azul Meámbar, inserción comunitaria con grupos campesinos y comunidad Pech en Colón, trabajar con productores y los comités de investigación agrícola local en Santa Bárbara.

También se ha realizado inserción comunitaria en la zona de montaña del Sector San Pedro en Tocoa que se resiste contra la minería en el parque nacional Carlos Escaleras. Se participó activamente de la marcha de las antorchas en lucha contra la corrupción e impunidad, también en acciones digitales, culturales y de participación ciudadana vinculadas a la ratificación del acuerdo ambiental de Escazú. Con estas acciones de campo se busca que la metodología no solo sea teórica, sino que se hagan ejercicios de solidaridad y acompañamiento a las luchas de las comunidades. 

Como parte del camino de la escuela se le consultó a personas egresadas de las escuelas de formación de diversas ediciones y distintos departamentos del país, sobre el impacto de esta formación en sus vidas y en el actual contexto hondureño la pertinencia de la formación política. De la cual compartimos las principales. 

Al consultar sobre, ¿Cómo me ha impactado personal y organizacional los contenidos de la EFPC?, algunas de las respuestas a nivel de contenidos fueron las siguientes:

Graciela del departamento de La Paz, manifestó que: “los contenidos de la escuela, tan completos y creados desde la realidad política y social de Honduras se vuelven una herramienta fundamental en la labor social. Aporta a que los jóvenes se reconozcan conscientes frente a las diversas problemáticas y asumir una posición de compromiso y acción que promuevan la resolución de conflictos”. 

Para Héctor del Distrito Central se refirió a la currícula como: “muy completa con raíces basadas en la práctica, muy útiles para todos los jóvenes que nos involucramos en los temas de la lucha social y del compromiso comunitario, educativo, social, etc.” En esta misma línea Jairo de la zona sur de Honduras expreso que: “la metodología, la temática y la integralidad que tiene la escuela resulta bastante provechosa, precisamente porque hay personas que están muy enraizadas con su tema”.

Desde la experiencia de Andrés, graduado en 2024 indico que la EFPC: “me ayudó a comprender mejor cómo funciona nuestra sociedad, cómo debería funcionar nuestra sociedad democrática y qué es lo que nos hace falta para alcanzarlo”. Para Janier del Valle del Aguán enfatizó que: “con el aprendizaje de las escuelas nadie lo puede engañar, no hay nadie que lo pueda enrolar en temas de país o en temas organizativos”. 

Para Berta Elena, joven que trabaja por mantener viva la memoria histórica, manifestó que: “me permitió tener una conciencia política, una base ideológica clara, porque los contenidos que se estudiaban eran contenidos populares, que lejos de ser informal, te hace pensar que ese contenido popular debe de estar incorporado en la agenda formal. Me enseñó a ser crítica frente a desigualdades y los mecanismos de poder, a empoderarme como sujeta política que piensa, que siente y que puede tomar una decisión, me enseñó a construir un liderazgo con compromiso y con justicia social”.

Edwin desde los valles de Santa Bárbara, manifestó que los contenidos:nos ayudaron a ir tomando conciencia de que independientemente la posición que tengamos, podemos ejercer incidencia en cada uno de los espacios donde nos encontremos para ejercer una verdadera ciudadanía y una participación activa en cada una de las esferas de nuestra sociedad”. 

Tania del departamento de Intibucá, considera la importancia que dentro de la escuela se trabaje lo psicosocial: “principalmente las organizaciones o personas que siempre estamos luchando, siempre estamos viendo hacia afuera. De manera personal también me ha permitido poder trabajar la importancia de este componente e interiorizarlo y ver las luchas de una manera más transversal”. 

A nivel personal:

Jimena de Cerro Azul Meámbar en Taulabé, manifiesta que la formación de la EFPC: “marcó un antes y un después en mi pensamiento y mi actuar como joven, impulsándome a reflexionar y sensibilizarme por temas como el medio ambiente, la política y el derecho en las comunidades. Este proceso de formación impulsar a los jóvenes a tener un mayor interés en los problemas sociales que afronta Honduras”. 

Para Hicela integrante de una parroquia en San Manuel, Cortés:la EFPC ha impactado mi vida, conociendo y empoderándome como mujer joven, en cada uno de los módulos que imparten las escuelas, y eso mismo ayudándome a conocer las diferentes historias de luchas sociales, los principios fundamentales de la justicia social, fortaleciendo mi pensamiento crítico y capacidad de análisis frente a las realidades políticas y sociales de Honduras”.

Julio entre tantas actividades, ejerce como comunicador social en el departamento de Atlántida y manifiesta que en la escuela: “fue donde escribí mi primer poema, entonces me sirvió también para explorar esa parte de la poesía, como una forma de protestar, como una forma de luchar y de decir a la sociedad mi pensamiento. También el aprender a expresarme públicamente, el aprender a expresar mis ideas, mis pensamientos, a sacar dudas, a estar inquieto”. 

Dayani es estudiante universitaria de El Progreso, Yoro, expresa que: “de forma personal, la variedad de temas y sus enfoques ayudó con la deconstrucción de ideas preconcebidas y la construcción de nuevas perspectivas”. En consonancia con la experiencia de Berta Elena quien indico que: “me ha permitido fortalecer mi visión crítica sobre la realidad política y la realidad social, me ayudó a desarrollar habilidades más allá de una simple respuesta, de analizar, de argumentar, de liderar”.

Intercambio de experiencias: 

La EFPC al convocar a jóvenes de diversos contextos del país se vuelve un espacio con mucha riqueza de experiencias. Por eso para Elsa del Distrito Central considera: “enriquecedor escuchar las experiencias de mis compañeras y compañeros. Estás experiencias me motivaron a reflexionar sobre en qué podría colaborar para mejorar las situaciones que me rodean y descubrí que la voz de la naturaleza y de las personas que viven en pobreza calaba de forma especial en mi corazón. Comprendí la importancia de vincularse con otras personas con la misma visión, ya que el camino compartido fortalece y anima”.

Jairo enfatizó la importancia del intercambio con otras personas y organizaciones que trabajan en diferentes contextos: “el hecho de poder compartir con otras personas, con otras ideologías, con otras luchas, eso nutre bastante la mirada hacia el contexto nacional e internacional, nutre bastante y eso puede hacer que tengas como un panorama más abierto, más crítico”. 

A nivel organizacional:

Dayani, nos brinda una reflexión sobre lo organizativo:es necesario resaltar que nuestras luchas son colectivas y para esto la conexión con otros jóvenes fortaleció relaciones y encendió esa pequeña chispa que llama a la acción, a la creación de ideas y soluciones. Lo colectivo siempre será más fuerte y logrará más impacto que lo individual, porque somos comunidad, somos seres sociales sentipensantes que compartimos un espacio. El fortalecimiento de las organizaciones es, a mí parecer, uno de los aportes más significativos de las EFPC”. 

El impacto de la escuela para Hicela a nivel organizativo fue: “fortaleciendo mi visión colectiva dentro de la participación en mi organización, empoderando a más jóvenes para que puedan sumarse a la lucha, para que puedan tener esa forma de pensar y de participar en los diferentes espacios que son nuestros y que hemos dejado a un lado por el miedo o por la falta de conocimiento”.

La escuela se vuelve un espacio de solidaridad y coordinación, para Jairo: “se puede contribuir a que la organización pueda fortalecer capacidades internas y de alianzas en los espacios de la escuela te encuentras personas que pueden echarle una mano a tu organización, que te pueden facilitar información o que incluso pueden llegarse a establecer procesos a largo plazo”. 

También se consultó sobre ¿cuál es el aporte de la formación política a la juventud en Honduras? y las respuestas de los y las egresadas de la EFPC fueron las siguientes: 

– El aporte de la formación a la juventud hondureña es tener liderazgos con más conocimiento y capacidades para poder liderar en sus organizaciones y comunidades, no sólo de forma empírica, sino que tengan un respaldo teórico (Andrés).

– La escuela fundamentalmente aporta a que la juventud pueda tener claridad política, sobre todo para poder discernir en algunos temas de la realidad nacional (Jairo). 

– Creo que todo hondureño/a debería de pasar por una formación de estas, porque tiene todos los componentes técnicos y si pasara por esa formación pensaría diferente y las cosas fueran muy diferentes (Berta Elena).

– Combatir la apatía va de mano con la consciencia y el entendimiento de que esta no es una lucha individual. Las EFPC construyen una base en colectivo, una red de jóvenes cuyo objetivo es el mismo bajo diferentes medios o canales (Dayani).

– En una sociedad altamente individualista, estos espacios de construcción y formación colectiva nos permiten reconocer que hay otros y otras que están haciendo cosas por el país y que hay en la actualidad jóvenes que buscan formarse e interesarse por temas de interés nacional (Héctor). 

– El aporte que tienen estos procesos formativos a la juventud en nuestro país es muy significativo, ya que eso nos ayuda a ir saliendo del tradicionalismo, a ir viendo las cosas con nuevos ojos, con una nueva mentalidad (Edwin). 

– El aporte de la formación política a la juventud de Honduras son todas aquellas herramientas que nos ayudan a entender y transformar la realidad que tenemos en un país (Hicela).

– La formación política como jóvenes nos permite trabajar la conciencia social, esa conciencia crítica y humanizadora que nos permite no ser indiferentes a las situaciones que vivimos como pueblo (Tania).

Los frutos son a mediano y largo plazo:

Tania desde el COPINH nos recuerda que “como jóvenes al tener formación política, vamos trabajando nuestros propios liderazgos, ya sea en nuestra comunidad, en nuestra organización o en cualquier espacio del que seamos parte. Y esos liderazgos van encaminados o vinculados a este gran proyecto, que para mí tiene como objetivo principal, el generar cambios y dar continuidad a ese proyecto político de transformación que queremos como juventudes y como pueblos”. 

Elsa Lidia nos comparte su experiencia desde el acompañamiento a juventudes, donde: “he reafirmado que a las juventudes las situaciones del país les preocupan y les duelen. Experimentan incertidumbre sobre su futuro y la posibilidad de desarrollar su proyecto de vida en Honduras, sueñan con un mejor país y poder hacer algo al respecto.  Sin embargo, como fue mi caso, muchos de ellos no saben exactamente cómo, ven la política desde la perspectiva partidaria, como un espacio conflictivo y roto. Es ahí donde una verdadera formación política ayuda ampliar la mirada sobre la comprensión del país y descubrir cuál es nuestro papel en todo esto”. 

Julio Euceda, expresa alegría al: “ver a mucha de esa juventud, que ahora es funcionaria pública y que pasaron por ese proceso de la formación política de la escuela. Veo a muchos/as que ejercen liderazgo comunitario, que escriben, que están ahí proponiendo y siempre luchando”.

Al acompañar estos procesos de formación, experiencia que tuve por nueve años, queda una sensación de dar gracias por tantas personas conocidas y por tantas luchas que se pueden acompañar desde la escuela como una herramienta integral. Como nos lo recuerda Janier desde el Aguán “Doy gracias a Dios y doy gracias a las personas que dan su aporte, se sacrifican y están apoyando al ERIC-SJ para que estén dando estas escuelas, porque yo sé que es una gran inversión”.

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