Por Dunia Pérez y Mercy Ayala
Las mujeres conforman el 48% de los 272 millones de migrantes del mundo, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en el 20201. Centroamérica es la región que más exporta migrantes, desde 1980 con la aplicación del modelo neoliberal que inició una “fase de alta emigración continua y sistemática que refleja la creciente precariedad social, económica y humana que afecta a las poblaciones y comunidades de estos países”, indica la Comisión Económica para América Latina (CEPAL)2.
Honduras ha registrado 800,707 emigrantes en 2019, de los cuales el 58.94% son mujeres, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Los principales países de destino son, en primer lugar Estados Unidos, donde van el 81,93% de la población; en segundo lugar España, donde se dirige el 7,21%; y en tercer lugar a México con 1,91%3.
En el contexto de la pandemia por el COVID-19, el 81% de la población hondureña emigrante está viviendo en el país con mayores casos de contagio a nivel mundial, ya que Estados Unidos supera el millón, 940 mil contagiados4. Lo que implica que 8 de cada 10 personas que han emigrado desde Honduras, se encuentran en mayor desprotección a consecuencia de las políticas antinmigrantes y la condición de irregularidad, que conlleva a profundizar la estigmatización, y particularmente la “discriminación hacia las mujeres y niñas, debido a los roles y estereotipos de género, que las hace vulnerables a la explotación y a los abusos”, según destaca, en su reciente boletín, ONU-Mujeres5.
Voz migrante entre el encierro y el sueño americano
Lesly Claros, originaria de Barrio Nuevo, Municipio de Chinda en el departamento de Santa Bárbara A los 18 años de edad, emprendió el camino hacia los Estados Unidos en búsqueda de una mejor vida para su madre, su hermana y abuelo. Ahora con 22 años, reside en Delaware, un estado pequeño en el Atlántico Medio de los Estados Unidos.
Al salir del país de origen, la población migrante arriesga hasta la vida en el tránsito por Guatemala y México; en América Latina, México se encuentra en el segundo lugar en feminicidios , pues solo en el 2019 fueron asesinadas alrededor de 3 mil mujeres, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP)6.
Lesly cuenta que el viaje hacia el norte fue una experiencia espantosa: “muchas mujeres corremos con la suerte de llegar vivas a este país, pero por el hecho de ser mujeres hemos sido víctimas de la violencia de hombres violentos y acosadores, lastimosamente otras se quedan en el camino”.
Estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) indican que 6 de cada 10 mujeres migrantes han sido violadas durante su tránsito por México y en el trayecto se han reportado abusos de las autoridades guatemaltecas y mexicanas, secuestros y extorsiones realizadas por bandas que operan en Guatemala y México, abusos sexuales, verbales y físicos, y trata de personas y muertes7. “La violencia sexual es tan latente en el viaje que los traficantes de personas muchas veces obligan a las mujeres a administrarse una inyección anticonceptiva antes del viaje, como precaución contra el embarazo derivado de violaciones”, según estudios de la organización mexicana lNCIDE Social8.
Lesly es una de las tantas jóvenes que expulsó el Estado hondureño al negarles un empleo digno que le permitiera continuar con sus estudios universitarios y poder apoyar a su familia. Ella se graduó de Bachillerato Técnico en Computación en el 2015, pero no consiguió un empleo en esa área. Siendo el cuidado de los niños en lo único que logró emplearse, durante un tiempo en la ciudad y con eso podía medio ayudar a su mamá. Dicha situación de desempleo y precariedad está conectada con la realidad hondureña, donde el 88.1% de los jóvenes, de 15 a 29 años, se encuentran desempleados; Mientras que el 26.6% de la población juvenil hondureña, en edades similares, no estudia ni trabaja, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 20199.
La tierra que la vio nacer le negó cumplir los sueños a Lesly, entonces decidió realizarlos lejos de su hogar, sin saber con qué se encontraría: “en este país la vida es matada, triste, aburrida porque no estamos con nuestra familia, en mi caso no tengo a ningún familiar cerca de este lugar donde vivo, eso es bastante duro, nos dedicamos a trabajar para pagar la renta y cuando nos ajusta mandamos para apoyar a la familia en Honduras”, comenta.
Acortar la distancia
Para acortar la distancia, Lesly se comunica por llamada telefónica, “en el pueblito de donde vengo la señal de internet no es buena, entonces nos comunicamos a través de mensajes normales, para ver el rostro de mi madre ella sale a la ciudad donde están mis tías, entonces aprovechamos para vernos mediante videollamada por WhatsApp. Cuando hablo con mi mamá lo primero que me pregunta es si estoy bien, ella es de esas mujeres que ha sabido luchar sin lastimar ni depender de nadie, siempre me da esa fuerza que me ayuda a seguir adelante en este frío país”.
Como muchas mujeres hondureñas, la madre de Lesly es la jefa de hogar, pues la irresponsabilidad paterna estuvo presente en su vida: “mi mamá es madre soltera, no crecí con mi padre, llegaba una vez cada tres semanas y no fue un padre responsable, nunca se preocupó por mi hermana y por mí”, expresa la joven, al recordar su niñez. La vida de Lesly y su madre refleja la realidad que vive el 46% de mujeres en Honduras que son madres solteras y del 33% de los hogares hondureños que están jefeados por mujeres, según el Observatorio Demográfico Universitario de la UNAH10.
Recuerda con ternura a su abuelo, a quien llama papito de cariño, “no solo le tengo cariño de abuelo, prácticamente él es mi papá”. Asimismo, su abuelo es una de las preocupaciones en este contexto de pandemia porque es una persona anciana, con 100 años de edad, es decir forma parte de la población altamente vulnerable. En Honduras, el 54.27% de las personas fallecidas hasta el 3 de junio del 2020, son de la tercera edad11.
El Covid-19 la obligó a encerrarse
En Estados Unidos, Lesly trabaja en una lavandería donde lavan ropa de hospitales, bares, hoteles y casinos. “Estoy en el área donde se separa la ropa, es muy cansado, pero prefiero ganarme la vida como sea, excepto robar; como personas migrantes nos reconocen por ser bien trabajadores, le hacemos a lo que nos pongan con tal nos paguen, a eso venimos a este país”, asegura.
A raíz de la pandemia sanitaria, fue suspendida de sus labores, “nos llamaron y nos dieron una hoja donde nos dicen que vamos a dejar de trabajar por un tiempo mientras el virus se pasaba un poco, pero se suponía que nada más iban a ser dos semanas, pasaron las dos semanas y como te digo ya llevo dos meses y medio sin trabajo”12. La tasa de desempleo en Estados Unidos a inicios del año era de 3.5% y para junio se prevé aumente a 19.8%, es decir, la crisis de la pandemia aumentará el desempleo en al menos 16.3 puntos porcentuales13.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), en su reciente informe, alertó que 1,600 millones de trabajadores informales en todo el mundo se están enfrentando al dilema de «morir de hambre o morir por el virus», ante la falta de medios materiales para subsistir durante los periodos de confinamiento y medidas extraordinarias establecidas por varios gobiernos a nivel mundial. Consecuentemente, en América Latina el 89% de la población que trabaja en la economía informal está siendo duramente afectada, siendo las mujeres quienes se ven especialmente afectadas en los sectores de alto riesgo14.
Lesly agradece a Dios que su pareja si está trabajando, aunque le aterra pensar que puede infectarse, pero hay que pagar la renta: “si no lo hacemos nos piden que saquemos nuestras cosas, porque aquí un día sin pagar renta a nadie se le regala, es lo que preocupa, aunque mi pareja trabaje por días a veces no alcanza”.
Expresa que le preocupa la salud de su abuelo que está en Honduras, porque, aunque están lejos de la ciudad, la gente está regresando a su pueblito y es allí donde se corre el riesgo de contagiarse. Muchas personas que han migrado del campo a la ciudad retornan debido a las suspensiones laborales, pues, solo a finales de marzo la maquila de arneses suspendió 4,500 contratos de trabajo por 120 días15, es decir, 4 meses esperando retornar a sus empleos en el mes de julio.
Lesly no se comunica con nadie en Estados Unidos. “No se puede visitar a nadie y si salimos es para comprar nuestra comida, y debemos usar equipo de bioseguridad, desde guantes, mascarillas, gel, para tocar cualquier cosa hay que echar el gel, estamos más solos que nunca”. Sin duda, el encierro puede afectar psicológicamente en su mayoría a la población joven, entre las edades de 18 y 39 años, presentan más ansiedad, depresión y soledad, según estudio de la Universidad de Londres sobre el bienestar y la salud mental durante la epidemia de coronavirus publicado en Reino Unido16
A pesar del confinamiento, Lesly tuvo la posibilidad de encerrarse para proteger su salud, considerando que muchas personas se ven obligadas a trabajar arriesgando su vida. El 34% de la población fallecida por COVID-19,contabilizada hasta el mes de abril, en Nueva York es latina, según Bill de Blasio, alcalde de la ciudad17.
En el Estado de Delaware, en un periodo acumulativo del 11 de marzo al 2 de junio, hay 9,712 casos positivos, de las cuales 5, 335 son mujeres, según reporte de Salud Pública18. Preocupación que aumenta para Lesly, cuando hay muchas personas que no saben que tiene el virus y se encuentran con otras, ya sea en su trabajo o en alguna gasolinera u otro espacio, entonces también lo transmiten.
Además, la joven migrante comparte que un familiar de su compañero de vida se infectó de COVID-19, le han recomendado aislamiento, pero la discriminación está presente. A continuación, Lesly amplía:
El tío de mi marido se infectó, nosotros no lo hemos ido a visitar porque no dejan a nadie que entre al hospital, al darle de alta, lo mandaron para su casa, pero igual está en un cuarto donde está solo, le dejan su comida en la puerta. He escuchado testimonios de otras personas que han tenido familiares, se observa bastante discriminación.
La crisis sanitaria por el COVID-19 ha profundizado la exclusión y discriminación para la población migrante, pues el riesgo del contagio es mayor cuando la población está en condición de irregularidad y ha sufrido histórica discriminación, bajo esta premisa no extraña que, el 62% de la población fallecida por la pandemia en Nueva York sea latina y negra. “Soy una inmigrante que no tiene ningún tipo de permiso para estar en este país, aquí no existo para migración, porque cuando cruce la frontera corrí con la suerte de que no me agarrara migración, por lo tanto, tampoco recibo ningún beneficio del gobierno, ni de iglesia, ni de nadie”, enfatiza Lesly.
Ante este flagelo, a veces más cruel que el virus, la Red Jesuita con Migrantes, junto a organizaciones de América en el contexto de la crisis del COVID-19, plantea que:
Las medidas implementadas como respuesta a esta crisis no pueden ser discriminatorias ni dar lugar a resultados indeseables que impacten negativamente el disfrute de los derechos humanos… Estas medidas no pueden justificar el uso sistemático de la detención de personas migrantes, solicitantes de asilo o personas refugiadas19.
La tranquilidad de Lesly, se centra en que la comunidad donde vive su madre y su abuelo en Honduras, aún no presenta casos, pero en el departamento de Santa Bárbara ya suman 81 personas infectadas y 5 fallecidas20
La lectura como medio para soñar y volar
No cabe duda que la lectura nos ayuda a soñar, volar e imaginar otros mundos. En tiempos de confinamiento los libros se han convertido en cómplices para darle “rienda suelta” a la imaginación para aquellas personas que tienen la posibilidad de tener acceso.
Lesly aprovecha el encierro para cocinar y leer: tengo muchos libros pendientes por leer, ahora estoy terminando “destinadas a la grandeza” y “el dador de sueños”, porque como decimos nosotros los hondureños: le hago gancho para sobrevivir en este país, porque sí decido regresar a Honduras no habrá valido la pena tanto sacrificio y sufrimiento para llegar a este país, reflexiona.
Una Honduras sin delincuentes y de oportunidades para la juventud
Lesly anhela encontrar una Honduras sin delincuencia, sin tanta persona desempleada, sin maldad, sin discriminación; porque en Honduras si una mujer tiene 35 años no la contratan, porque consideran que esa persona ya dio lo que tenía que dar, o sea, esa persona ya no sirve. Con sus palabras nos trae a la memoria las palabras del Papa Francisco: vivimos en una cultura del descarte, que afecta tanto a los seres humanos excluidos como a las cosas que rápidamente se convierten en basura.
“El gobierno atarantado que tenemos en este país ha empeorado la situación de su gente, son como el azadón solo jalan para beneficio propio, mientras el pueblo sale sobrando”, asegura Lesly con su firme convicción de conocer y sentir la realidad hondureña de la cual fue expulsada. Así, esta joven migrante nos invita a que sigamos luchando, hasta sacar al gobierno corrupto que tenemos.
Después de escuchar a esa joven mujer con muchos sueños y deseos por delante nos recuerda nuestro compromiso, luchar por un país libre de corruptos e impunes, con un mundo sin fronteras, sin muros y virus que nos imposibilitan los abrazos. Con el canto de nuestra querida Karla Lara le decimos a Lesly y a muchas otras jóvenes: un día vas a volver, esta es tu casa y vas a volver.
1 OIM, 2020 “Informe sobre las migraciones en el mundo 2020”. Consultado el 30 de mayo 2020. Recuperado en https://publications.iom.int/
2 Alejandro I. Canales, Juan Alberto Fuentes y Carmen Rosa de León Escribano, Desarrollo y migración: desafíos y oportunidades en los países del norte de Centroamérica (LC/MEX/TS.2019/7), Ciudad de México, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 2019. Consultado el 30 de mayo 2020. Recuperado en https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/
3 Expansión 2019 en https://datosmacro.expansion.com/
4 https://www.lavanguardia.com/
5 ONU-Mujeres “Mujeres migrantes y refugiadas en el contexto de la COVID-19” Consultado el 30 de mayo. Recuperado en https://www2.unwomen.org/
6 Citado por Animal Político (25 de noviembre del 2019) “Suman casi 3 mil mujeres asesinadas en México en 2019; solo 726 se investigan como feminicidios”. Consultado el 2 de junio 2020. Recuperado en https://www.animalpolitico.com/2019/11/3-mil-mujeres-asesinadas-mexico-2019-ocnf/
7 CEG, 2016; citado por Alejandro I. Canales, Juan Alberto Fuentes y Carmen Rosa de León Escribano, Desarrollo y migración: desafíos y oportunidades en los países del norte de Centroamérica (LC/MEX/TS.2019/7), Ciudad de México, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 2019. Consultado el 2 de junio 2020. Recuperado en https://repositorio.cepal.org/
8 INCIDE social,2012. “Construyendo un modelo de atención para mujeres migrantes víctimas de violencia sexual, en México”, México, pp. 47.
9 OIT,2019 “Panorama laboral 2019: América Latina y el Caribe”, pp.147. Consultado el 2 de junio 2020. Recuperado en https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/—americas/—ro-lima/documents/publication/wcms_732198.pdf
10 Citado por Radio HRN (10 de mayo,2020) “Las madres solteras representan el 46% de la población de mujeres en Honduras”. Recopilado el 2 de junio de 2020 en https://radiohrn.hn/las-madres-solteras-representan-el-46-de-la-poblacion-de-mujeres-en-honduras/
11 Dato elaborado a partir de los boletines oficiales publicados por el Sistema Nacional de Gestión de Riesgo SINAGER en la web: https://covid19honduras.org/?q=Comunicados
12 Testimonio recopilado en el mes de mayo 2020
13 Oficina de Estadísticas laborales (8 de mayo del 2020) “Estados Unidos – Tasa de desempleo”. Recopilado el 3 de junio 2020 en https://es.investing.com/economic-calendar/unemployment-rate-300
14 OIT (7 de mayo del 2020) “El contagio o el hambre, el dilema de los trabajadores informales durante la pandemia del COVID-19”. Consultado el 3 de junio 2020. Recuperado en https://www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/news/WCMS_744028/lang–es/index.htm
15 Proceso Digital (30 de marzo 2020) “Maquila de arneses suspende 4,500 contratos de trabajo por 120 días” https://proceso.hn/actualidad/7-actualidad/maquila-de-arneses-suspende-cuatro-mil-500-contratos-de-trabajo-por-120-dias-en-la-zona-norte-de-honduras.html
16 El Confidencial (20 de abril 2020) “Los jóvenes son los que peor llevan la cuarentena por el coronavirus”. Recopilado el 3 de junio de 2020 en https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2020-04-20/cuarentena-jovenes-peor-llevan-confinamiento_2556927/
17 Clarín Internacional (8 de abril 2020) “Estadística oficial Coronavirus en Estados Unidos: el 62% de los muertos en Nueva York son latinos y negros” Recopilada el 3 de junio de 2020 en https://www.clarin.com/internacional/estados-unidos/coronavirus-unidos-62-muertos-nueva-york-latinos-negros_0_Su6QK85oq.html
18Delaware News (3 de junio 2020) “Public Health Announces 27 Additional Positive COVID-19 Cases Among Delawareans and 2 New Deaths”. Recopilado el 3 de junio 2020 en https://news.delaware.gov/2020/06/03/public-health-announces-27-additional-positive-covid-19-cases-among-delawareans-and-2-new-deaths/
19 Las Américas (30 de marzo 2020) “Los Estados de América deben garantizar la salud y vida de personas migrantes yrefugiadas frente a emergencia por el COVID-19”, Red Jesuita con Migrantes. Recopilado el 3 de junio 2010 en https://rjmcentroamerica.org/noticias/los-estados-de-america-deben-garantizar-la-salud-y-vida-de-personas-migrantes-y-refugiadas-frente-a-emergencia-por-el-covid-19/
20 Despacho de comunicaciones y estrategia presidencial “Total confirmados por departamentos” Honduras. Consultado el 3 de junio del 2020. Recuperado de https://covid19honduras.org/