Autor: Rodolfo Cortés Calderón

Carlos Escaleras Mejía nació en la comunidad de Tocoa, Colón, Honduras, el 10 de agosto de 1958, producto del amor de sus padres José Andrés Escaleras y Ofelia Mejía y fue asesinado a los 39 años en el mismo lugar el 18 de octubre de 1997.

Cuando su muerte, eran los tiempos del gobierno (neo) liberal de Carlos Roberto Reina Idiáquez (1994-1998) y de convulsión entre las filas del ejército de Honduras por la eliminación del servicio militar obligatorio originado por las temibles implicaciones de las Fuerzas Armadas en la represión y desaparecimiento de personas en la década de los años 70-80s y el saqueo de los bienes del Estado en sus 16 años de gobiernos de facto militar y, por la grave crisis agraria acentuada desde el año1990, cuando inició el gobierno neoliberal del convicto que murió preso en Estados Unidos, Rafael Leonardo Callejas Romero (1990-1994) promotor de la Ley de Modernización Agrícola que concedía a los grandes terratenientes el derecho a acceder a las tierras de la reforma agraria.

El año 1979 cuando nosotros llegamos a laborar al INA, en el Proyecto Agrario de Sinaloa en Tocoa, II Etapa, ya en decadencia, Carlos tendría escasos 11 años; no lo conocimos, pero seguramente le tocó vivir como preadolescente inquieto que fue la amarga y dura realidad por la estafa que vivía el sector agrario reformado. Para entonces, Tocoa sólo contaba con limitadas viviendas modernas, la mayoría rústicas y lo común eran los guamiles, incluso cerca de donde funcionó la primera oficina del Banco Nacional de Fomento. Para entonces el acceso más fácil era por avión, la brecha carretera desde La Ceiba era una odisea, más durante las temibles inundaciones del invierno. Eran los últimos días del guía y defensor de los campesinos padre Guadalupe (James) Carney en Tocoa, alentando a los agentes de pastoral.

Aquel año ya la corrupción estaba entronizada en el Proyecto dirigido por un coronel de las Fuerzas Armadas. Eran los tiempos en que se denunciaba la estafa de los millones de plantas cítricas y palmaceas perdidas por ineficiencia técnica en los campos de cultivo y, de los abonos “orgánicos” (aserrín como estafa) comprados y entregados por el INA a los beneficiarios de la Reforma Agraria.

Fue en noviembre de ese año cuando nosotros, conociendo esa cruda realidad, escribimos para diario Tiempo de San Pedro Sula nuestro primer escrito, titulado “Peces Gordos”, denunciando esta abominable corrupción gubernamental y militar en el Proyecto.

Para entonces, ya la familia de Miguel Facussé Barjum y compinches, muy ligados a las Fuerzas Armadas, habían preparado la trama para despojar al sector agrario de estas ubérrimas tierras, con el capital que saquearon de la quiebra de la CONADI.

SU VIDA Y LÍMPIDA TRAYECTORIA

Carlos Escaleras dedicó toda una vida a la causa de los más débiles y desposeídos. El año 1997 fue un año muy duro para él ya que como político, ambientalista y sobre todo defensor de los derechos humanos y de los territorios comunitarios ya estaba en la mira de los poderosos oligarcas. Cómo político se entregó al otrora progresista partido Unificación Democrática, UD, como candidato a la Alcaldía de Tocoa, la que no logró alcanzar por su asesinato.

COMO SE FRAGUÓ SU ASESINATO

Según lo narran muchos canales y documentos, Carlos Escaleras por sus principios y valores humanos y en defensa de los más frágiles de la sociedad asumió a principio de 1990 su liderazgo enfrentado al poder militar y sobre todo al poder oligárquico encabezado por el terrateniente y empresario Miguel Facussé Barjum.

Para entonces coordinaba acciones contra este famoso empresario que pretendía instalar una planta de extracción de aceite de palma cerca del río Guapinol, lo que sería una enorme carga para por lo menos cinco comunidades  y algunos vecindarios de Tocoa.

En 1997 lideró protestas contra el coronel Aldo Augusto Aldana, comandante del  XV Batallón de Infantería, que por intereses personales, impidió el acceso al agua a los habitantes de las comunidades de ChapaguaAgua AmarillaAguán y otras poblaciones. En agosto de ese año, fue amenazado por este coronel.

Los asesinos materiales, un par de sicarios, lo sorprendieron en su negocio de lavado de carros que tenía en la ciudad de Tocoa y sin piedad le descargaron varios disparos de pistola.

Indudablemente que algunos de los autores directos de su asesinato podrán enjuiciarse, pero la autoría intelectual, si se le puede llamar así a tal atrocidad, posiblemente nunca será alcanzada por la Justicia.

OTROS MÁRTIRES AMBIENTALISTAS Y SOCIALES ASESINADOS

En la gran lista de líderes sociales, ambientalistas y defensores de los derechos humanos asesinados, la mayoría sin juicio alguno, figuran Janette Kawas, Mercedes Murillo, Carlos Luna, Manuel de Jesús Guerra, Berta Cáceres Flores, Tomás Membreño, Margarita Murillo y otras personas de digna mención.

Pero un caso digno de atención especial de los organismos internacionales defensores de derechos humanos, son los asesinatos ejecutados entre 2009 y 2013 en la comunidad indígena Tolupán, en San Francisco Locomapa, Yoro, con las muertes violentas de Armando Fúnez Medina, Ricardo Soto Fúnez, María Enriqueta Matute, Luis de los Reyes Marcía, Erácimo Vieda Ponce, Santos Matute, Fermín Romero, Juan Samael Matute, José Salomón Matute y últimamente Milgen Idán Soto Ávila de 29 años. Todos en defensa de su territorio y bienes naturales y en contra de los madereros.

En la Revista periodística de Movimiento 4 (M4), leemos: Milgen fue inicialmente reportado como desaparecido y 4 días después su cuerpo fue encontrado enterrado en el mismo sitio donde la empresa INMARE realizaba el corte de madera. Milgen era integrante del (Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia) MADJ, había asumido la dirigencia de las acciones de lucha en el Campamento Digno por la Defensa del Bosque y el Territorio Tolupán desde que el empresario Wilder Domínguez criminalizó a sus compañeros y compañeras de lucha. Fue amenazado por algunos integrantes del Consejo Directivo de Tribu y fue denunciado por el empresario Domínguez.

Al momento del asesinato, Milgen tenía 23 días de permanencia continua en el Campamento Digno donde impartía conocimiento y conciencia a los demás integrantes de la tribu y exigía justicia y un alto a la impunidad en los crímenes de sus dos familiares José Salomón Matute y Juan Samael Matute.

CONCLUSIONES

·         Nos unimos a la denuncia hecha el año 2019 en demanda de castigo por el asesinato de Carlos Escaleras hecha por la Mesa de Seguimiento al Cumplimiento de Sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos exigiendo “que el Estado hondureño tome las medidas necesarias para cumplir a cabalidad con las medidas de reparación mandatadas por la Corte IDH en 2018” 

·         Recordamos a las empresas extractoras y saqueadoras del territorio nacional (hidroeléctricas, eólicas, mineras, turísticas, madereras, petroleras, pesqueras, territoriales, etc.) que no cejaremos en nuestras luchas y que estaremos denunciando la entrega de los territorios que irracionalmente hagan los gobiernos del color que sean.

·         Exigimos: ¡cese la represión, muertes y encarcelamientos injustos contra personas, familias y comunidades defensoras de la vida y bienes naturales de Tocoa y demás territorios de Honduras por parte del gobierno, empresarios y militares!

·         Como lo decimos en el título de este escrito: Carlos ¡tu espíritu vive y nos inspira!

Y no nos cansaremos en decir lo que venimos sustentando desde el año 2013: ¡¡¡FUERA LAS CIUDADES MODELOS, LAS ZEDES O COMO LE QUIERAN LLAMAR; NO A LA VENTA Y ENTREGA DE NUESTRO TERRITORIO!!!

18 de octubre 2021. VIGÉSIMO CUARTO ANIVERSARIO DEL ASESINATO DE CARLOS ESCALERAS MEJÍA.