Nuestra compañera Rita Santamaría, nos cuenta como cultivar habichuelas y tener una cosecha abundante:
Es bien fácil cosechar habichuelas. Los mejores meses para la siembra son marzo y abril por ser los más calientes. Aunque se puede en cualquier época del año.
En el Centro San Juan Bosco, en Tela, Atlántida, estamos haciendo prácticas de siembra con abono orgánico. El año pasado antes de los huracanes hicimos unos camellones altos en el terreno que es totalmente arenoso. Luego se hizo una limpieza profunda para quitar el zacate, plásticos, vidrios, piedras y hasta las raíces del zacate. Se le agregó tierra abonada. Se dejó descansar un tiempo con la tierra abonada. Después se limpió otra vez y se terminaron los camellones más altos, se humedeció la tierra y allí se sembraron de 4 a 5 semillas en cada agujero que se fue haciendo con el dedo.
La siembra fue donde pega sol directamente. Ya que las habichuelas necesitan bastante sol, aunque no es necesario todo el día. Cuando vinieron los huracanes en noviembre y diciembre y las lluvias de enero, las matitas estaban pequeñas, se dañaron, pero luego se fueron recuperando poco a poco. Como los camellones se hicieron altos, las matitas soportaron las lluvias y estuvieron a salvo para las inundaciones
Es importante, visitar frecuentemente las plantitas, cuando ya van creciendo se van enredando, por eso es necesario colocarle unos marcos de varillas o palos con cabuyas para que se vayan deteniendo la enredadera y en algunas ocasiones hay que ayudarle a orientar su enredadera para que no caigan al suelo.
El tiempo de cosecha es de 2 a 3 meses. Durante el crecimiento es necesario dar una o dos limpias, para que no se enmonten No requiere de mucho abono. En el caso de tener tierras poco fértiles se aconseja agregar humus de lombriz y estiércol de ganado pero que esté descompuesto.
El riego debe ser por goteo al inicio, porque las matitas son bien frágiles, cada 5 o 6 días antes de la floración. En la etapa de floración el riego tiene que ser de 1 a 2 días y se le pone al pie de la mata, con suavidad para no dañarla.
Las plagas que más atacan a las habichuelas es el pulgón, la mosca blanca y la araña roja. Las que puedes combatir con insecticidas naturales, por ejemplo, una rociada de un licuado de hojas de neen. O un rociado con un licuado de ajo y chile picante. Estos licuados no se echan directamente a la planta, porque la puede quemar, sino que se diluye con agua antes de rociar.
En el Centro San Juan Bosco en la ciudad de Tela Atlántida, en el norte de Honduras, estamos apostando por cultivar productos con abono orgánico, porque de esta manera podemos comer frutas y verduras saludables y sin dañar la madre Tierra. Si le interesa tenemos a la venta semillas de habichuela y otras. Además de algunas plantas frutales.
Rita Santamaría