El 30 de enero de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que el nuevo coronavirus constituía una emergencia de salud pública de importancia mundial, y advertía que los países debían estar preparados para la contención del virus.
Sin embargo, la crisis sanitaria encontró a muchos países de la región con débiles sistemas de salud pública, debido a la sensible reducción de sus presupuestos, a la precarización laboral del personal sanitario y a la creciente privatización del sector.
En tal contexto, es pertinente analizar el papel de los Estados de la región frente a la emergencia de la COVID-19, y valorar si las medidas asumidas han estado apegadas a los estándares constitucionales e internacionales de derechos humanos.
Este nuevo libro del ERIC-SJ, en el que participan 16 autores y autoras, ofrece un panorama de la forma en que se ha abordado la COVID-19 en Estados Unidos, México y Centroamérica, desde perspectivas que nos indican que el nuevo coronavirus, por sus implicaciones, es mucho más que una emergencia sanitaria.