Miércoles,  17 marzo 2021    

El ocaso de un dictador

El emporio que construyó Juan Orlando Hernández está en los estertores de su propia destrucción. Conviene hacer un recuento de lo que ha sido su devastador paso por la sociedad hondureña, a través de las siguientes notas que lo han caracterizado.

Primera nota: ha sido un gobierno que ha representado los intereses, los deseos y los sueños de la poquísima gente más rica y mafiosa del país. Aquí se ha engañado quien ha querido: por mucho que ha hablado de los pobres, este régimen de Juan Orlando Hernández ha representado y defendido a la gente más rica de Honduras.

Segunda nota: ha sido un gobierno con las puertas abiertas a los inversionistas interesados en explotar y llevarse del país nuestras riquezas naturales y explotar sin misericordia la fuerza de trabajo de la gente trabajadora. Aquí nadie se engaña: por mucho que se haya hablado de progreso y bienestar, este régimen ha representado a gente servil ante los negocios de las multinacionales y del capital extranjero. Y nos hundimos.

Tercera nota: ha sido un gobierno que representa a una mafia que ha entendido y usado el Estado como negocio. Aquí nadie se engaña: por mucho que se haya hablado de transparencia y que gente de una mal llamada sociedad civil lo haya defendido, este régimen ha protegido los intereses de la mafia más corrupta e impune de Honduras.

Cuarta nota: Ha sido un gobierno que ha usado el hambre y calamidades de los pobres para hacer proselitismos. Aquí nadie se engaña: por mucho que se haya hablado de vida mejor, este régimen jamás pasó del asistencialismo y las limosnas, profundizando las reglas que favorecen a los ricos y mafiosos.

Quinta nota: ha sido un gobierno que ha usado la fuerza de la policía y la de los militares para amenazar a la gente. Aquí nadie se engaña: por mucho que ha dicho que protege los barrios y colonias y que persigue a los criminales, este régimen ha usado los cuerpos armados para protegerse a sí mismo de las amenazas de los que reclaman y protestan.

Sexta nota: es un gobierno que por mucho tiempo hizo creer en el exterior que es respetuoso de los derechos humanos, y usó a algunas organizaciones de la sociedad civil para hacer creer que hay democracia. No se engañe, por mucho que se hable de derechos humanos y de respeto a las leyes, este régimen ha representado los intereses de la mafia más violadora de los derechos humanos y ha usado el Estado para protegerse.

Séptima nota: es un gobierno que dijo creer en Dios, como un designio divino para hacer lo que hace. Quién se engaña aquí: por mucho que haya invocado a Dios, este régimen ha representado los intereses de un gobierno mafioso que ha usado el nombre de Dios en vano, para ocultar sus fechorías con actos y palabras piadosas, y ha usado a varias iglesias para que, con donaciones, se pongan de su parte y se callen ante la corrupción y la impunidad de la mafia política encabezada por Juan Orlando Hernández.

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