Martes, 30 Agosto 2022

El triunfo de Cesia nos recuerda cuanto amamos a Honduras

El impresionante apoyo que Cesia Saenz ha recibido en redes sociales y el emotivo recibimiento que centenares de hondureños y hondureñas le dieron la noche del sábado a su llegada al aeropuerto, demuestra que los hondureños no somos ciudadanos desarraigados, y tampoco personas que no amamos a nuestra patria.

Lo que ha sucedido es que las circunstancias de miseria, desempleo y violencia que por décadas han hundido a nuestro país, han obligado a nuestra juventud a salir huyendo, teniendo que romper con vínculos familiares, sociales y culturales e incluso en algunas circunstancias, tener que negar su nacionalidad y origen, adoptando costumbres y comportamientos propios de otros países o culturas.

Pero ese amor por la patria se encuentra ahí, guardadito en lo más profundo de los corazones de nuestros compatriotas y solo espera la más mínima oportunidad para hacerse sentir y salir a relucir en todo su esplendor cuando uno de los nuestros triunfa, ya sea en el fútbol con la selección, en el boxeo y otras disciplinas y en la música, como el caso de Cesia la cipota de Comayagua; ahora convertida en La Leona de Honduras.

Con esto queda claro, que somos un pueblo con arraigo, con un profundo amor por su patria, pero al que le hacen falta muchas cosas y logros por los cuales sentirse orgullosos.

Por lo tanto, ahora que el país está asistiendo a un proceso de transición, se nos abre la gran
oportunidad como sociedad, pero sobre todo a nuestras autoridades de volver la mirada al arte a la cultura y apostarle con verdaderas políticas públicas a ese talento, que seguramente se encuentra escondido en miles de jóvenes de nuestra patria que aún no han tenido la oportunidad de darlo conocer.