Jueves, 06 febrero 2020 |
¿En quiénes se sostiene la dictadura hondureña?Al menos en la última década, Honduras ha sido conducida por la burocracia política más voraz de la historia; su administración pública ha sido la ocasión para que un reducido grupo de familias concentren la mayor riqueza del país. El hombre de Casa Presidencial es un amor con esas familias, porque se necesitan mutuamente. Para estas reducidas familias, los partidos políticos y el Estado son instrumentos para aprobar todo el andamiaje jurídico que facilita el traslado de los recursos públicos a sus empresas. Con frecuencia actúan como propietarias del Estado y desde ahí negocian sus privilegios y establecen alianzas con empresas transnacionales. Existen muchas pruebas que sostienen estas aseveraciones. Este reducido grupo de familias es conductor de la industria energética, mediática, financiera, alimenticia, maquiladora, farmacéutica, agroindustrial, turística y futbolera del país. Conducen casi todo y todo lo consiguen del Estado pagando lo menos posible. Aunque estas familias siempre se denominan apolíticas, y siempre piden que las dejen trabajar, son las mismas que convierten cada servicio público en un nuevo negocio para su pecunio. Son las principales promotoras y beneficiarias de proyectos de ley como el empleo por hora, de las exoneraciones fiscales, y son las más escurridizas para pagar impuestos, servicios públicos y derechos laborales. Ocultan su identidad, sus negocios y corrupciones por encima de todo. Controlan las principales frecuencias de radio, televisión, así como los periódicos y los servicios de cable e internet. Usted puede pasar años buscando en los medios corporativos alguna reflexión sobre la participación de las cúpulas empresariales en la corrupción, la acumulación de la riqueza o de sus vínculos con todas las actividades criminales, y nunca encuentra nada. Todo se queda en novelas y en los “notinada”. Hoy, cuando cerramos la segunda década del siglo xxi, la dictadura que sostiene la cúpula empresarial hondureña es el principal obstáculo para sacar al país del despeñadero, tal vez es bueno advertir que así, con la desfachatez con la que actúan y se comportan para acumular y concentrar riquezas a costa de los más empobrecidos, están labrando una estaca, que ellos creen que es para hacer hoyos para su beneficio, pero como ocurre con esa ley de la vida de que todo lo que sube baja, esa estaca tan cuidadosamente labrada, tarde o temprano, se la acabarán ensartando ellos mismos. |
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