Invitados a “tener coraje y audacia profética
Queridos hermanos colaboradores y colaboradoras en la misión de Cristo en Venezuela, tierra herida y amada a la que Nuestro Señor Jesucristo se ha dignado a convocarnos y enviarnos a anunciar la justicia, la paz y la reconciliación.
En este día especial en que conmemoramos la vida y obra de nuestro maestro y fundador San Ignacio de Loyola, y en esta hora crucial para nuestro pueblo, los animo a:
Mantener una actitud de recogimiento interior y contemplación para actuar y acompañar con sabiduría a nuestro pueblo en su justa y legítima demanda de una «auditoria pública e independiente que garantice la transparencia» de los resultados de la jornada electoral presidencial del 28 de julio. En este momento esta auditoría es fundamental para garantizar la paz y la convivencia social de la nación.
Les invito a vivir y actuar desde la escucha del Espíritu y con el carisma que nos define, el cual nos impulsa a ser signo de paz (Mt 5,9) y justicia (Mt 5,6) en defensa de la dignidad humana y el derecho a vivir en democracia. En este sentido reconocemos que «la lucha por la justicia, por la paz y por la reconciliación, nos remiten a las raíces de la Compañía…», es un llamado de Cristo (cfr. CG 36 d. 1, 25) que nos recuerda el germen de nuestra espiritualidad ignaciana.
Hago voto para que en los distintos lugares donde se desarrolla nuestra misión actuemos en sinodalidad a través de nuestras obras y redes apostólicas, que se contribuya activamente a la defensa de los derechos humanos, al sentido de Iglesia, al fortalecimiento del tejido comunitario y al diálogo social, teniendo siempre presente el consejo del maestro Ignacio «el bien cuanto más universal, es más divino» [622].
Finalmente, invito a todo el cuerpo apostólico a la unión de ánimos, a la comunicación fraterna y al constante discernimiento como lo hacía el Padre Maestro Ignacio.
A los pies de nuestra madre María en la advocación de nuestra Señora del Camino oramos, para que este cáliz que hoy compartimos como pueblo de Dios, se convierta en bebida de Salvación y nos reencontremos como hermanos y podamos vivir lo que rezamos “Padre Nuestro”.
San Ignacio de Loyola ruega por nosotros.
Fraterno en el Corazón de Cristo.
P. Alfredo Infante Silvera, S.J.
Prepósito Provincial de Venezuela.
Caracas, 31 de julio de 2024
Cir. 2024/10
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