Jueves, 23 de junio 2022 |
Gallo y Morita
Los jesuitas mexicanos son conocidos entre muchas otras cosas por sus apodos. A muchos de ellos nadie los conoce por sus nombres de pila, y es el caso de jesuitas a quienes se les llama por su nombre original y se hacen los desatendidos, pero si se les llama por “Patacho”, el “Perre”, la “Changa” el “Fleis”, “El Pollo”, de inmediato se siente la identificación y la respuesta. Así son los queridos jesuitas mexicanos.
No podía ser de menos para nuestros hermanos jesuitas asesinados el día 20 de junio, Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar. Con décadas en su probado compromiso con la misión en la Tarahumara, en el norte mexicano cuando ellos se presentaban a reuniones de jesuitas en algún lugar del territorio mexicano, nunca faltaba los dobles abrazos, tan propios de los mexicanos, y el saludo efusivo: “Quiubo Morita”, “¿Qué cuentas Gallo, qué haces para agacharte ante los años?”. A estos dos jesuitas a quienes seguramente no todo mundo los conocía por su nombre, pero sí por su apodo misionero, es a los que asesinaron el 20 de junio recién pasado en el marco de la irracional violencia criminal que sufre la sociedad mexicana.
¿Por qué los mataron? Por su cercanía con la sociedad de los pobres, por defender el derecho a la vida y los derechos humanos. Que estuvieran de cerca y que actuaran en defensa de la gente amenazada, a nadie extrañaba, era su oficio cotidiano. Lo que nunca podremos aceptar es que por su obra de misericordia los asesinaran. Ellos vivieron en carne propia y pagaron el precio, en profundidad, de acuerdo a lo que dicen los textos oficiales de la Compañía de Jesús: “No trabajaremos, en efecto, en la promoción de la justicia sin que paguemos un precio. Pero este trabajo hará más significativo nuestro anuncio del Evangelio y más fácil su acogida” (C.G.32, 46).
Seguiremos evocando a nuestros mártires Rutilio Grande, los mártires de la UCA, a Stan Swamy, al Padre Miguel Agustín Pro, y con ellos también nombraremos con honor y devoción: al Gallo y a Morita, quienes con su sangre han venido a refrescar nuestra incesante y exigente misión de fe y justicia.
Escuchar y descargar Nuestra Palabra
Derechos compartidos, citando la fuente | Contáctenos | Misión | Historia | www.radioprogresohn.net