Los bailes de los militares hondureños
Durante los últimos diez años, el rol público de los militares en Honduras ha tomado protagonismo activo y visible con la participación directa en la ejecución del Golpe de Estado, la conducción e intervención de Secretarías de Estado y el manejo de la seguridad pública, contraviniendo señalamientos y normativas internacionales.
Para tal caso, la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, dejó establecido entre sus hallazgos y recomendaciones, “revisar la función de las Fuerzas Armadas, incluyendo la supresión de cualquier misión de carácter político para las mismas, así como establecer claramente la prohibición de utilizarse para funciones policiales, a no ser en caso de estado de excepción, de conformidad con las prescripciones que al efecto establece el sistema interamericano de protección de derechos humanos y bajo un control judicial independiente”. Dichas recomendaciones han sido música para oídos sordos.
Otra de las situaciones en las que han salido a bailar las Fuerzas Armadas de Honduras, son los señalamientos de vinculación de algunos de sus miembros con actividades ilícitas. Desde hace varios años, agencias de inteligencia internacionales en conjunto con militares hondureños han estado tras la pista de estructuras criminales que trafican drogas y que sella su mercadería con el icono de dos alas. Según informes, a través de un proceso amplio de investigación se ha logrado identificar a los supuestos propietarios de cargamentos de drogas, entre los que se encuentran personajes de alto poder en las Fuerzas Armadas de Honduras y cercanos a Juan Orlando Hernández, presidente de Honduras. Diversos informes e investigaciones periodísticas han destacado que miembros de la “cúpula militar y direcciones de investigación nacional de lucha contra el narcotráfico hacen uso del silencio cómplice porque hay personas de mucho poder involucradas y tienen fuerte influencia en la institución militar y la política nacional”.
Otro de los últimos bailecitos fue lo contenido en el Decreto Ejecutivo número PCM 052-2019, en el cual se establece la creación del Programa de Desarrollo Agrícola de Honduras y queda adscrito a la Secretaría de Defensa Nacional. Dicho programa otorga a los militares el manejo de cuatro mil millones de Lempiras, publicado el 18 de octubre de 2019, en el Diario Oficial La Gaceta. Hasta el momento no hay rendición de cuentas ni informes que indiquen el uso de esa millonaria cantidad de dineros públicos.
La violación a los derechos humanos de la población hondureña, los señalamientos de posibles vínculos con la narcoactividad y el dudoso manejo de fondos públicos, son algunos de los bailes en los que los militares hondureños se han visto involucrados en los últimos años. El tiempo y la historia dirá si hay “baja deshonrosa” a las Fuerzas Armadas por situaciones en las que han salido a bailar algunos sectores del militarismo hondureño.
|