“Viajamos hasta Río Blanco para solidarizarnos con las mujeres que luchan por la tierra y por los bienes naturales, para conocer sus experiencias y para denunciar las violaciones a los derechos humanos que sufren estas poblaciones indígenas” contó María Zoila Oseguera, defensora de derechos Humanos de la ciudad de El Progreso.
Junto a Zoila, también llegaron otras mujeres que forman parte de la Mesa de Indignados e indignadas de El Progreso, de Remupro, universitarias de la Unah VS y otras organizaciones. Todas tienen historias de lucha que compartir, pero en esta oportunidad el objetivo fue escuchar a las mujeres de Río Blanco y convivir un día con ellas y sus familias.
Se juntaron todas en un círculo para decir sus nombres y agradecer la visita de las mujeres de la zona norte del país. Primero fue Rosalina Domínguez Madrid, defensora de la tierra, quien agradeció la presencia de las mujeres visitantes. Luego contó que ella al igual que otras mujeres ha tenido la oportunidad de trabajar por la defensa de los derechos del pueblo junto a la lideresa asesinada Berta Cáceres.

Rosalina dice que sufren persecución y amenas a muerte por parte de la Empresa DESA, (Desarrollos Energéticos, S.A.). Uno de los sicarios contratados por esta empresa la amenazó a muerte con arma de fuego y también con machete. Sin embargo sigue en sus quehaceres diarios, sin dejar la organización comunitaria. Con mucho sentimiento dice “aquí nos sentábamos con Berta a escuchar la Cascada del Rio Gualcarque, donde habitan los espíritus de las niñas que nos cuidan siempre y que son las guardianas del río”.

Muchas de las personas que viven en la comunidad de Río Blanco y en aldeas cercanas, denuncia que la Empresa DESA les amenaza constantemente y que son violadores de sus derechos como pueblos indígenas. Cuentan que hace unos días les destruyeron 10 manzanas de milpa que habían sembrado de manera colectiva y con mucho esfuerzo y eso constituye parte de la comida de sus familias.
La población de Río Blanco tiene un título de tierra comunitario que data de finales del siglo XIX del año 1883 y que el Estado hondureño pretende desconocer. La municipalidad de Intibucá ha otorgado de manera ilegal, dominios plenos sobre pedazos de tierra a personas que han sido cercanas a los alcaldes y permisos como el que se le otorgó a la empresa DESA para desarrollar el proyecto Agua Zarca, desconociendo los derechos de la comunidad y violando su autonomía.
En el mes de diciembre de 2017, fue desaparecido y luego asesinado el joven miembro del Copinh Elvin Saúl Madrid Gómez, su cuerpo fue encontrado en el fondo de un abismo, cerca de la casa de familiares de Olvin Mejía, uno de los sicarios contratados por DESA para asesinar a Berta Cáceres. Este sicario es originario de Valle de Ángeles. Su hermano Héctor Mejía, es el principal promotor y empleado de DESA y una de sus funciones es atacar al COPINH en sus luchas por exigir justicia.
Esta visita de las mujeres culminó con un compartir, las mujeres y los hombres, los niños y las niñas prepararon elotes para coser y otros bocadillos propios de sus tierras lencas. Compartieron café, tortillas y otros alimentos cosechados por ellos mismos.