Nuestro Credo en su dimensión social

Miércoles, 08 Enero 2020

Nuestro Credo en su dimensión social

1.- Creemos que el brillo del capital deshumaniza y conduce a un gran desastre. Solo las luces que se enciendan al margen pondrán en marcha un nuevo paradigma de sociedad y sistema.

2.- Creemos en una humanidad basada en la ética del bien común y en la comunidad; nos salvamos en comunidad, y en ella alcanza su plenitud la dignidad de cada persona.

3.- Creemos en la solidaridad de los pueblos, en la riqueza de la diversidad cultural y en la gratuidad de la vida en plena contraposición al mercado y al capital.

4.- Creemos en la formación de nuevos liderazgos y nuevas generaciones comprometidas por la transformación del sistema desde la ética, la cultura y la política del bien común.

5.- Creemos en relaciones nuevas entre los seres humanos y la naturaleza a partir del reconocimiento de que las personas y la naturaleza tienen derechos que debemos reconocer, respetar, cuidar y proteger.

6.- Creemos que los derechos humanos y los derechos de la madre naturaleza son amenazados por el extractivismo y el productivismo, porque se basan en la explotación sin límite de unos bienes naturales que son limitados.

7.- Creemos en un modo de vida, de trabajo, de producción, de relaciones y de entretenimiento basados en la solidaridad, en donde toda la gente tenga lo necesario para vivir dignamente, sin dar cabida a la acumulación, al consumismo y al derroche como expresiones de deshumanización y depredación de nuestra madre tierra.

8.- Creemos que solo podremos crecer en nuevas relaciones de igualdad de género y de respeto a la diversidad sexual si rompemos con firmeza con la cultura patriarcal.

9.- Creemos en el camino de la no-violencia activa. La violencia no es el camino. Las transformaciones por la vida se hacen desde la apuesta por la vida.

10.- Creemos en el poder como la capacidad para producir cambios significativos en las personas y en el entorno a partir de asumir la política como construcción de lo público desde servicio y respeto armonioso entre los derechos humanos, y nunca desde la dominación, la explotación y la exclusión.

11.- Creemos en la Comunidad de Solidaridad, Organizada, en Movimiento como sujeto social, político, ético y espiritual entendido como el encuentro dinámico, organizado, articulado y armonioso entre los diversos sectores que desde su conciencia de ser oprimidos identifican a sus opresores y definen estrategias de lucha para avanzar hacia la liberación de toda la sociedad en plena armonía y relación amigable con la madre tierra.

12.- Creemos en la universalidad de una Divinidad de Vida que abraza, sin distingo alguno, y con la fuerza inspiradora y subversiva de los mártires, la diversidad de creencias religiosas, culturales, éticas y humanistas, que se expresa en cada creencia en particular, sin agotarse en ninguna de ellas, hasta alcanzar una sola fe en un planeta compartido en igualdad de dignidad y oportunidades, como hogar común de encuentro espiritual entre todas las generaciones pasadas, presentes y futuras por siempre y para siempre.