Para el amor que nos libera, siempre será febrero

Para el amor que nos libera, siempre será febrero

Desde los dos febreros nos abre a la fiesta de las luces, de las candelas, cuando se cumplen los 40 días de la natividad del niño Jesús, en la fiesta de la purificación que le da así el nombre al segundo mes del año, febrero, mes de la pureza, de la purificación, luz para los pueblos y vínculo entre las diversas generaciones. Y el tres de febrero en nuestra Honduras festejamos a la madre de Jesús que se hace trigueña, para fundirse entre las mujeres de nuestras aldeas y barrios, para esperanza de su pueblo.

Amor y amistad, así decimos en febrero, y así lo vivimos, como una intensa jornada de amor, entrega y abrazos compartidos. Y en nuestra Honduras el amor de febrero se funde con la memoria de mártires y de entregas generosas, como no podía ser de otra manera. 25 años del asesinato de la ambientalista Jeannette Kawas, una vida entregada por amor a la naturaleza y por amor a la vida. Su vida fue segada por haber vivido intensamente ese amor ágape, que es entrega, es don, es servicio, es compartir. Así es febrero, con sus rosales de entregas martiriales.

Febrero es memoria de luchas de amor y de vida. Fue en un febrero cuando nació Camilo Torres, y 37 años después, en otro febrero de 1966 cayó asesinado por el amor intenso a su pueblo. Fue en un mes de febrero cuando los negros haitianos rompieron las cadenas de su esclavitud, y cuando se aprobó, en 1794, la primera ley americana de abolición de la esclavitud. Y fue en un febrero de 1990 cuando el gran luchador negro sudafricano, Nelson Mandela, alcanzó su liberación tras 27 años de estar preso por su amor y su lucha en contra de la segregación racial.

Febrero sigue siendo un mes para el amor y la vida y para todas las entregas. Fue en un febrero de 1934 cuando cayó asesinado el nicaragüense Augusto César Sandino, llamado el general de hombres libres, y desde Estados Unidos viene con fuerza la memoria del martirio del luchador negro Malcon X, asesinado en un febrero de 1965. Febrero para amar en la lucha liberadora de todo el continente americano y caribeño. Así es febrero.

Y febrero sigue emergiendo con toda su memoria histórica para amar en solidaridad y con intensidad a los que en este mes de amor y de amistad solo reciben barrotes de una fría cárcel, como son nuestros presos de Guapinol y Sector San Pedro, por defender el agua y la comunidad.

En este febrero de sombras y amenaza de los fuertes, el amor solo se ofrece con la flor de la lucha y la solidaridad. Cuando más odio y miedo abunden en nuestro ambiente, más emerge febrero con más amor por compartir en lucha popular. Porque para amar en nuestra Honduras desangrada, no existe tiempo ni compás de espera, porque para un pueblo en lucha y en libertad todos los meses serán como en febrero para amar.