Jueves, 14 de julio 2022

Principal tarea de la Presidenta

El reciente sondeo de opinión pública del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación deja establecido una relación directa entre problemas, con la migración y sueños de la gente, con los daños que hizo Juan Orlando Hernández al país, con la principal tarea de Casa Presidencial.

Al preguntar por el principal problema que enfrenta el país, 6 de cada 10 hondureños y hondureñas manifestaron la crisis económica y el desempleo; con bastante distancia ubican la inseguridad en segunda posición, con un porcentaje de 17.8 por ciento; y en tercera posición está la corrupción, señalado apenas por el 7.6 por ciento de la población.

Al tiempo se observa que la crisis económica e inseguridad, confirman las razones de peso que están detrás de la decisión de migrar hacia el norte. Según las personas encuestadas, entre las principales causas por las que la población emigra están la falta de empleo con un 66.1 por ciento, la situación económica y la inseguridad con 24.9 por ciento y la violencia e inseguridad con 6.9 por ciento.

Los tres problemas fundamentales identificados por la gente están estrechamente vinculados con el daño que le hizo Juan Orlando al país, ya que el 40.7 por ciento de la población encuestada señaló que saquear las arcas del Estado, el segundo daño destacado por el 27.6 por ciento fue convertir el país en tierra de narcos. Dos daños que tienen vínculo directo el tercer gran problema identificado por la gente.

Los sueños que los hondureños y hondureñas también están en sintonía con los daños y problemas de país. Los cinco principales sueños son: toda la gente trabajando con el 27.5 por ciento, un país sin violencia 21.8 por ciento, sin corrupción ni impunidad 13.3 por ciento, educación de calidad 12.8 por ciento y salud de calidad 9.1 por ciento. Resolver ese trinomio de problemas es el mandato fundamental que asigna la población a la Presidenta Xiomara Castro, de ello dependerá reducir la migración y alcanzar los sueños de la gente y también de ello dependerá el éxito o fracaso del gobierno. Ojalá tengamos la sabiduría para escuchar a la gente y la audacia política para impulsar diálogo y establecer consensos con todos los sectores de país, tan necesarios y despreciados en la última década.