Sí, hay una guerra contra las mujeres

El fin de semana pasado, en el marco de las Escuelas de Formación Política y Ciudadana del ERIC-SJ, las personas participantes recibieron el módulo sobre género y masculinidades disidentes.

El objetivo fue identificar los sistemas de opresión y desigualdad que vulneran la vida, especialmente de las mujeres, y plantear el desafío de visibilizar y asumir nuevas propuestas políticas para el cambio personal y colectivo.

Hubo dos grandes momentos de reflexión: en el primero, las mujeres y los hombres de forma separada reflexionaron sobre feminismo, patriarcado, sistema sexo-género, construcción de la masculinidad hegemónica y violencias machistas.

En el segundo, hubo un espacio en el que se les pidió a las mujeres que recordaran qué edad tenían la primera vez que un hombre les dijo “piropos” y obscenidades en la calle, y lo que sintieron.

La respuesta casi unánime fue que la mayoría de ella había experimentado acoso sexual en la calle a partir de los 7 años, es decir, siendo unas niñas, y que lo que sintieron y siguen sintiendo es rabia, miedo, impotencia, dolor.

El acoso es apenas una pequeña muestra de las diversas violencias machistas que sufren las niñas y las mujeres por parte de los hombres en los espacios públicos y privados, las cuales tienen su expresión más brutal en los femicidios.

De acuerdo con el Observatorio de la Violencia de la UNAH, cada 36 horas una mujer es asesinada en Honduras y el 50.9% de estas muertes violentas sucede en el espacio público.

La situación es grave y demanda voluntad por parte del Estado, las empresas, las organizaciones sociales, el sistema educativo y los medios de comunicación para terminar con esta guerra donde las mujeres y las niñas son las principales víctimas.