Miércoles, 8 de junio 2022 | ![]() |
![]() |
Sobre cumbres y respetos soberanos
La no asistencia de la Señora presidenta hondureña a la Cumbre de las Américas sigue dando de qué hablar. Al cabo de unos días el tema dejará de ser noticia y sin duda las relaciones con el gobierno de los Estados Unidos seguirán de acuerdo a los intereses geopolíticos, tanto de Honduras como sobre todo para la política exterior del gobierno de los Estados Unidos.
La no asistencia a la Cumbre ha dejado por sentado que la política exterior es potestad del poder Ejecutivo, y por tanto, es una decisión soberana de la Señora presidenta asistir o no asistir o hacerse representar a través de delegados, y es una decisión que corresponde respetar aunque la misma no cuente con la simpatía o el apoyo de diversos sectores de la comunidad nacional e internacional.
La Cumbre de las Américas debía revestir una importancia extraordinaria por la presencia de los presidentes y de los intereses de la comunidad continental. Sin embargo, esta importancia se reduce por el control que sobre el evento tiene la política del gobierno de los Estados Unidos. Excluir de participar a gobiernos por sus diferencias políticas o ideológicas es una decisión arbitraria y prepotente por parte del gobierno de los Estados Unidos, y la no asistencia de la Señora presidenta es una expresión de dignidad y de autodeterminación que merece respeto.
Es una pena que la decisión de la presidenta de no asistir tenga que ver con algo parecido a una solidaridad con un gobierno oprobioso como el que lidera la pareja Ortega-Murillo que tanto daño infringe a la democracia y a los derechos humanos en la vecina República de Nicaragua. Aquí no hay razones ideológicas que valgan. Lo del régimen nicaragüense es sencillamente repudiable, y lamentamos que la señora presidente Xiomara Castro aparezca que no asistió a la Cumbre manchada por defender un proyecto criminal y autoritario como el de Ortega-Murillo.
Por lo demás, la no asistencia de la presidenta Xiomara Castro a la Cumbre ha sido una expresión de soberanía, y guste o no, merece el respeto y reconocimiento por parte de la comunidad nacional e internacional. Algo de un sabor de dignidad hacía falta experimentar luego de una larga historia de servilismos oficiales ante la voluntad del imperio. Y qué bien que ocurrió ante una Cumbre que por lo demás solo será respetada y logrará pasos decisivos cuando deje de estar bajo control de los Estados Unidos, y se conduzca por las decisiones soberanas de todos sus Estados miembros.

Escuchar y descargar Nuestra Palabra
Derechos compartidos, citando la fuente | Contáctenos | Misión | Historia | www.radioprogresohn.net