Jueves, 09 abril 2020 |
«Solo Dios con nosotros»En estos días de Semana Santa, en el marco de esta pandemia, es cuando más se escucha de la gente la expresión “solo Dios con nosotros”. Así dice algo profundo y a la vez sencillo. Las cosas no parece que cambien desde una lógica humana organizada desde el dinero y el poder. Y a la vez es denuncia de una institucionalidad de la que poco o nada se puede esperar. “Solo Dios con nosotros” es una manera de la gente de decir que ellos, los que conducen las dinámicas sociales y políticas, “están en contra de nosotros”. Aunque la gente aparentemente está pasiva, no significa que no sea crítica ante lo que ocurre. La gente sabe en lo hondo de su corazón que los males que nos agobian no son castigo divino, sino consecuencia de decisiones ambiciosas de quienes conducen los hilos de la institucionalidad pública y privada. La gente lo sabe, y lo acaba formulando en esa expresión popular tan conocida, “solo Dios con nosotros”. De igual manera, la expresión se asocia con la confianza puesta en la voluntad de Dios. Aunque las cosas desde las alturas, desde quienes tienen poder no funcionan, o funcionan de acuerdo a los antojos de unos pocos ambiciosos, “solo Dios con nosotros” significa que la gente jamás perderá la esperanza. Podrá sentir que la esperanza se oscurece, que está lejana, pero nunca vivirá como pueblo desesperanzado. Pueden ser muchas las derrotas, puede que los derechos humanos sean persistentemente violados, puede que todas las leyes funcionen al servicio de narcotraficantes. Pero la gente tiene fe que nunca será la derrota el horizonte definitivo, porque en el recuento de la vida, Dios socorrerá a la gente que no se deja abatir por los opresores de la humanidad. Nuestra fe cristiana se sostiene en Jesús de Nazaret, vencedor de todas las oscuridades y derrotas, y en un Dios que está zampado en lo más profundo de la humanidad. Desde ella se manifiesta, y nos convoca a descubrir sus pasos liberadores. En estos días de Semana Santa, acentuamos que nada humano es extraño a nosotros ni nada humano puede estar por encima de la voluntad salvífica y resucitada de Jesucristo. Por muy grandes que sean las derrotas, no estamos condenados a la derrota definitiva; por muy grandes que sean las amenazas del Corona virus, no estamos condenados a la muerte definitiva. En Honduras los narcotraficantes saqueadores de los bienes comunes y públicos podrán torcer todas las leyes para favorecer sus negocios, y podrán implantar un proyecto político de terror, pero para quienes tenemos fe cristiana, nada de esto nos es extraño, al contrario esas realidades nos convocan a que demos testimonio de rebeldía y profetismo. En estos tiempos de tan alta incertidumbre, cobra mayor sentido la expresión “solo Dios con nosotros”. Dios nunca abandona a su pueblo. Lo anima, lo renueva, lo levanta, lo resucita para que convierta en luces todas las oscuridades, y transforme todas las derrotas y miedos en nuevos amaneceres. Estamos llamados a ser testigos de la vida, y a dar fe de un nuevo amanecer, aun cuando todo parezca oscuridad. |
Escuchar y descargar Nuestra Palabra |
Derechos compartidos, citando la fuente | Contáctenos | Misión | Historia | www.radioprogresohn.net