Un día triste para las niñas hondureñas

En el año 1995 se desarrolló la Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing, China, en la cual los Estados adoptaron la decisión de promover los derechos de las mujeres, las adolescentes y las niñas.

Posteriormente, el 19 de diciembre de 2011, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Resolución 66/170, a través de la cual declaró el 11 de octubre como el “Día Internacional de la Niña”.

El objetivo de contar con un día como este es visibilizar la necesidad de reconocer los derechos humanos de las niñas y denunciar los obstáculos y desafíos que ellas enfrentan para promover su empoderamiento y su dignidad.

Obviamente, el Estado es el principal responsable de alcanzar dicho fin, no obstante, el régimen actual ha convertido a Honduras en uno de los peores países para ser niña debido a la erosión de las condiciones sociales, económicas, ambientales y culturales de la mayoría de la población.

Según la Coordinadora de Instituciones Privadas Pro las Niñas, Niños, Adolescentes, Jóvenes y sus Derechos, (COIPRODEN), en el país hay casi dos millones de niñas, y solo 3 de cada 10 terminan la secundaria, mientras que 6 de cada 10 solo cuentan de 1 a 5 años de escolaridad.

Además, en el 2019 se reportaron 824 casos de embarazo de niñas entre los 10 y 14 años. Por su parte, según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, el riesgo de morir violentamente se incrementa en un 272% entre los 15 a 19 años.

¿Este es el presente y futuro que le estamos dando a nuestras niñas y adolescentes? Como lo plantea COIPRODEN en un comunicado, ¿qué estamos esperando? No podemos permitir que los de siempre sigan ejerciendo el poder patriarcal que condena a nuestras niñas a una vida de pobreza, violencia y marginación.