Miércoles, 04 Diciembre 2019    

Un paso, falta la macolla intelectual

Los autores intelectuales del asesinato de Berta Cáceres han organizado tan bien la estrategia de impunidad, que permiten una sentencia condenatoria para aparecer que la justicia ha funcionado, y que todo vuelva a la paz y a la normalidad.

Los más altos propietarios y accionistas de DESA (Desarrollos Energéticos Sociedad Anónima) son los poderosísimos hombres supuestos responsables intelectuales. Esto es lo que ha quedado establecido tras la individualización de las penas a los asesinos materiales de Berta Cáceres. Una empresa legalmente constituida para la industria extractiva y construcción de proyectos hidroeléctricos, con pleno apoyo financiero de Europa, liderada por la familia Atala, es la que ahora de cualquier manera busca escabullir la responsabilidad legal de un asesinato que cae sobre sus espaldas.

A Berta la mataron por ser mujer que desafió el poder de los hombres poderosísimos de Honduras. Ningún hombre con tanto poder podía estar tranquilo con la presencia y la palabra de Berta Cáceres. Los hombres poderosos no pudieron controlarla. Y tanto los desafiaba que puso en peligro sus empresas.

Los altos empresarios detrás de DESA tenían que matarla. Una mujer había ganado la batalla. Y esa humillación no la podían tolerar. Cegados por el poder humillado, planificaron su muerte, olvidando que ya para entonces Berta tenía un liderazgo nacional y un gran reconocimiento internacional.

Los hombres que dispararon en contra de Berta Cáceres están identificados, enjuiciados y sentenciados. Los autores intelectuales del crimen están impunes, y están al alcance de la justicia si la misma quiere actuar. La investigación ha de proseguir entre los más altos accionistas de DESA. Muy probablemente participan activamente en obras filantrópicas y de beneficencia y puede que asistan asiduamente al templo, en donde son reconocidos como bienhechores. 

Mientras las estructuras de poder que mataron a Berta sigan intactas, las mujeres seguirán amenazadas. El camino que trazó Berta es lucha frontal contra el patriarcado, y desde esa convicción su espíritu convoca a luchar tenazmente por romper con la impunidad que protege a los asesinos intelectuales. La sentencia condenatoria de los asesinos materiales es un paso. Pero desde la perspectiva de los hombres de poder, es un espejismo. Hace creer que ya se hizo justicia.

Las estructuras y los criminales están intactos. Están impunes. La defensa auténtica de las mujeres y de los hombres que luchan en contra del patriarcado y de quienes amenazan la vida de las comunidades con sus proyectos extractivos, reside en ir mucho más allá de la actual sentencia. El camino se ha de proseguir hasta lograr enjuiciar y sentenciar a los asesinos intelectuales. Solo entonces estaremos en paz con la memoria de Berta, y podremos llamarnos herederos y herederas de sus sueños, sus luchas y sus ríos. Solo entonces.

Escuchar y descargar Nuestra Palabra
 

Derechos compartidos, citando la fuente | Contáctenos | Misión | Historia | www.radioprogresohn.net

soundcloud.com/…/la-ilegalidad-se-impone-nuestra-palabra-30-y-01-de-dic-2019