Avanzan las semanas, así como avanzan las infecciones, y con un ritmo similar a los de la corrupción y saqueos oficiales, las violencias, las mentiras y la dominación que ponen al desnudo el colapso del modelo neoliberal capitalista. En contraposición, avanza la organización popular, crece la conciencia social y colectiva, y aumenta la esperanza, y la ciudadanía crece en coherencia y compromiso histórico, que se expresan en señales inequívocas de romper los miedos ante el grupo criminal que conduce el Estado. En este escenario, las voces de los diversos movimientos sociales, se hacen sentir en esta edición número doce de nuestro Manifiesto Público:

1.- Mantenemos con más firmeza la exigencia porque sean los sectores profesionales y sanitarios quienes conduzcan la emergencia actual, así como somos firmes en demandar un sistema de veeduría y auditoría independiente, para garantizar transparencia en los fondos destinados a la crisis. Ni Fonac ni mesas pro dictaduras enfrentan la crisis y la corrupción, al contrario, las avalan y las ocultan tras hipócritas discursos de una unidad inexistente.

2.- Elevamos una vez más la alerta, de manera urgente, por la entrada en vigencia de un Código Penal nuevo, que trae tantos males como tantos artículos tiene, desde la criminalización de la protesta legitima, hasta el beneficio a delitos como el narcotráfico y la pedofilia; un instrumento que solo favorece a élites criminales, y merece enfrentarlo colectivamente. Todo proyecto de dominación va acompañado de militarización, y esta no es la excepción, con 60 fuerzas de “seguridad” actuando en nuestro territorio, y asesinando a plena luz del día.

3.- Y como no cuestionar la “APERTURA INTELIGENTE”, que propone la reactivación económica en plena alza del curso de infecciones, dejando claro que lo único que importa son las ganancias y el lucro de las élites económicas. Condenamos la reconfiguración al Estado de Honduras como parte de un esquema de mayor concentración de poder en los mismos, maquillado con inconsistentes propuestas como esa de “gobierno digital”, mientras impulsan con furia proyectos privatizadores del agua, los sofisticados proyectos de ciudades modelo y la amenaza a las tierras de los campesino y pueblos originarios.

4.- Este Duodécimo Manifiesto Público saluda y hace suya la lucha sindical victoriosa de STIBYS, que ha confrontado con éxito al sistema transnacional anti sindical y patronal, que ejemplifica ante Honduras y el mundo que la lucha organizada es el camino para enfrentar a los enemigos de la clase trabajadora. Con esta misma fuerza, exigimos el respeto a los derechos laborales a los trabajadores y trabajadoras despedidos en plena cuarentena.

5.- Saludamos además a los pueblos y nacionalidades que, en Estados Unidos, corazón del imperio del capital y la muerte, alzan sus resistencias antirracistas, contra la xenofobia y la violencia promovida desde el centro enfermizo de Donald Trump. Al unísono condenamos todos los asesinatos racistas y patriarcales en Honduras y el planeta.

6.- Condenamos las acciones represivas en contra los migrantes haitianos y cubanos por su paso por el territorio hondureño a manos del régimen de Juan Orlando Hernández, al tiempo demandamos refugio y asistencia médica para ellos.

7.- Llamamos a que hagamos sentir todas nuestras demandas en la hora del cacerolazo, desde el lugar en donde nos encontremos, cada sábado, a las siete de la noche.