
Llegamos al Manifiesto número 50. Son cincuenta semanas siguiendo la pandemia, de despedidas y dolor a patria herida; cincuenta semanas de saqueos, de criminalización a defensores, de entrega de nuestros territorios. Pero también son cincuenta semanas de este Encuentro nacional de organizaciones, cincuenta semanas de denuncias, de propuestas y de lucha, y seguiremos por este camino con el amor puesto en nuestro pueblo y en sus luchas, como lo expresamos en este Manifiesto Público número 50:
- Saludamos al pueblo y a las organizaciones de La Ceiba por todas las acciones de preparación para el cabildo abierto y para solicitar un plebiscito municipal, para consultar a todos sus habitantes si están de acuerdo con las Zonas Especiales de Desarrollo y Empleo. La lucha contra las ZEDE es una oportunidad para unificar a todos los sectores sociales en contra de los vende patria y traidores a la democracia y al Estado de derecho.
- Compartimos el análisis del Sistema de las Naciones Unidas en Honduras, especialmente cuando deja en claro que “el diseño constitucional y legal, así como la implementación de las ZEDE en Honduras, pone en riesgo el goce pleno de derechos humanos de todos y todas las habitantes.” Al tiempo coincidimos en su preocupación por todas las ilegalidades y amenazas que se identifican en la ZEDE Próspera: “la falta de la consulta libre, previa e informada en las zonas en que se instaló la ZEDE Próspera; la falta de protección del derecho a la propiedad y acceso a la tierra de las comunidades locales; y la desregulación y posible privatización de los servicios públicos como la salud y educación.” Sobran las razones para rechazar y luchar en contra de esa aberración jurídica.
- Elevamos nuestras voces en contra de la carretera que se construye entre Wampusirpi y Krausirpi, en La Mosquitia, ella representa una amenaza a la vida de los pueblos indígenas de la región, para la biosfera del río plátano, para Honduras y el mundo. Todos los datos apuntan a que la construcción se está haciendo en la más cruda ilegalidad: sin estudios técnicos ambientales, sin consulta a las comunidades y con financiamiento de dudosa procedencia. Eso sí, la corretera conecta la ruta del narcotráfico entre Gracias a Dios y Olancho, tal vez es la misma ruta que conecta los Megaproyectos que se impulsan desde Casa presidencial.
- Denunciamos que mientras la precariedad y la calamidad son rasgos centrales del sistema educativo, se hayan comprado más de dos mil vehículos de lujo en los últimos siete años. Mientras los profesores y alumnos no pueden dar ni recibir clases por falta de equipo técnico, y mientras pacientes se mueren por ausencia de equipos médicos, los funcionarios públicos viven como reyes en un país de miseria.
- Condenamos la criminalización del pueblo Tolupán, más de una docena de indígenas han sido asesinados en los últimos tiempos, su delito fue defender el bosque de sus comunidades. Denunciamos que, desde aserraderos operados por exmilitares y ahora empresarios en Yoro, se planifican y se ejecutan los crímenes de los indígenas. Exigimos enérgicamente al Ministerio Público para que investigue a los autores materiales e intelectuales de todos esos crímenes.
Honduras, 10 de junio de 2021
