Vivimos tiempos de mayor conflictividad y amenazas: el olor a fraude en lugar de disiparse aumenta como podredumbre, tampoco de disipa el paso de la droga y la corrupción, mientras que la pandemia sigue activa dejando regueros de contagios y muertes y aumenta su uso para fines electorales. Lo que crece cada vez más a olor de pueblo en rebeldía es la lucha en los territorios y cada vez se juntan más como en avalancha popular organizada, y es como lo expresamos en este Manifiesto Público número 56:
1.- Aumenta las ZEDE en el país. Morazán en Choloma, Prospera en Roatán, Orquidia en Choluteca, la Tigra en Tegucigalpa, en Guanaja y Palmerola, y sigue por Olancho y Colón. Mientras los criminales quieren despedazar el país, este Encuentro nacional de organizaciones refirmamos la lucha contra la ZEDE como proceso pedagógico para recuperar el Estado de derecho, recuperar la soberanía e impulsar propuesta desde el cuidado de la casa común.
2.- Todos nuestros manifiestos son una denuncia del grupo criminal que conduce y controla el poder político del país. Hoy, esos barones del crimen están hablando de mezclar las vacunas sin ningún estudio científico que lo sustente, lo cual podría abrir puertas a un genocidio. Salvar vidas siegue siendo prioridad en país, porque la principal amenaza no es el Covid 19, es la banda jefeada por Juan Orlando Hernández.
3.- Denunciamos la detención arbitraria de cuatro defensores del río Petacón, en Reitoca, Francisco Morazán. En ellos se expresa la esquizofrenia de la justicia, castiga a quienes defienden los bienes naturales y protege a quienes destruyen los ríos y montañas. Expresamos nuestra solidaridad con Wilmer Herrera, Renán Zelaya, Orlando Rodas y Abelino Gutiérrez, respaldamos su lucha y su derecho a tener un río limpio para su pueblo.
4.- Esta semana saludamos a los pueblos indígenas del mundo, y particularmente a nuestros pueblos en Honduras, saludamos al Copinh, a Ofraneh, Milpah, a la tribu Temepechín y a las organizaciones vinculadas a los tolupanes. A pesar de las calamidades, en sus territorios están las mayores reservas de aguas y bosque del país, y ellos han de ser los actores de un nuevo modelo de cuidado de la madre tierra, a partir de una relación armónica entre los seres humanos y el ambiente.
5.- Todas las voces de sectores eclesiales, de colegios de economistas, de abogados, de ingenieros, de la Universidad Nacional autónoma de Honduras y sectores populares coinciden en el rechazo a las ZEDE y demandan la derogación de la ley. Son varias semanas de acciones y manifestaciones pero el Congreso Nacional no escucha, es hora de pasar de la palabra a la presión de la calle, por eso queda abierta la convocación a la movilización nacional, conjunta y unificada para el 30 de agosto. El llamado ahora es a las calles, con cuidado, pero con firmeza.
Honduras, 12 de agosto de 2021