Tiempos difíciles, tiempos densos, de amenazas mortales por pandemias y fenómenos naturales, y por el máximo desastre que le ha caído a nuestra sociedad: la narco dictadura que encabeza Juan Orlando Hernández. Este individuo junto con su mafia política destartaló la institucionalidad del Estado para ponerla a su servicio y dejó en el más absoluto abandono a la población más vulnerable. Pero la solidaridad sigue siendo la mayor riqueza de la gente, y desde ella la vida adquiere mucho más valor, y desde esta fuerza vital de la gente empobrecida nos pronunciamos en este Trigésimo Cuarto manifiesto público:

1.- Más que el huracán Eta, es la ausencia del Estado lo que mata. Denunciamos y condenamos que no se decretaron las alertas tempranas sobre inundaciones, tampoco se dio repuesta de evacuación cuando ya se estaba en la emergencia; los cuerpos armados brillaron por su ausencia a pesar de que cada cien Lempiras del presupuesto nacional 34 van para las secretarías de Defensa y Seguridad.

2.- Coincidió la llegada de ETA, con nombramientos de funcionarios incompetentes para su función para conducir emergencias, pero expertos en adulación hacia el Titular del Ejecutivo, en maquillar estadísticas y manipulación mediática, todos han recibido el mayor de los repudios y burlas por parte de inmensos sectores de la sociedad.

3.- Alertamos que el régimen está convirtiendo la emergencia en otra oportunidad para saquear los fondos de las jubilaciones y pensiones, al tiempo que han desplegado toda la maquinaria electoral del partido Nacional para canalizar la ayuda de la emergencia. No se puede jugar con la angustia y la dignidad de nuestros compatriotas para fines proselitistas. Nadie de entre todas nuestras organizaciones olvidará ni un tantito los rostros de quienes juegan con el hambre y el sufrimiento de nuestro pueblo.

4.- Hacemos un llamado a la comunidad internacional a no seguir el camino recorrido en la última década, de entregar las ayudas a un régimen que para ninguna instancia internacional se desconoce su corrupción e impunidad. La emergencia de Covid y Eta, nos ofrece una gran oportunidad para formular un plan nacional para la prevención institucional y cultural, con plena participación de todos los sectores. Este Encuentro de organizaciones está a su disposición.

5.- Nos conmueve y compromete la honda y extensa solidaridad de gente sencilla con gente sencilla. Hoy se le pone vida y corazón a la frase: solo el pueblo salva al pueblo. Llamamos a toda la población a organizarse en comunidad y territorialmente para canalizar esa solidaridad como fuerza transformadora para recuperar las instituciones públicas de los actuales criminales. Hacemos nuestra la frase que desde hace muchos años se susurra en medio de la lucha popular: “La solidaridad es la ternura de los pueblos”

Honduras, noviembre de 2020