Mientras la narco dictadura sigue reventando nuestro Estado como si se tratase de una piñata, con el aval de un cerco mediático que a toda costa busca desviar nuestra atención de todas sus atrocidades, aquí seguimos como Encuentro Nacional de Organizaciones sociales y populares, con nuestra voz, porque es mucho lo que tenemos que gritar y demandar, y lo seguiremos haciendo hasta que la dignidad se haga costumbre, por eso decidimos expresarnos en este Trigésimo Manifiesto público:

1.- No existen palabras, que canalicen en sus letras toda la indignación que nos invade con la imposición e instalación de las ZEDEs, que se venden como la salida a la crisis económica, cuando sabemos que es un latrocinio y la venta a pedazos de nuestra soberanía y dignidad. Hoy es Roatán, hoy es Choloma, pero apenas es el comienzo de la voracidad de los mismos políticos que arrasaron con los recursos de la pandemia, y tienen la decisión de apoderarse de muchos territorios. Elevemos nuestra voz, porque nuestra lucha es enérgica. Hoy es el tiempo para las transformaciones políticas, económicas y culturales, para así expulsar estos males.

2.- Vemos con preocupación el evidente nuevo brote de Covid 19 en el territorio nacional, producto de las irresponsables decisiones en la conducción de esta crisis sanitaria, y de la alianza entre los más altos empresarios con los políticos corruptos, que subordinan la vida y salud de nuestro pueblo a sus mezquinos intereses empresariales y económicos. ¿Dónde está el dinero? En muchas manos manchadas de corrupción, que hoy en gran parte gastan ese dinero en activismo partidario sucio e indigno.

3.- Ratificamos nuestra vocación democrática y nuestra fe en los procesos electorales. Pero no podemos cerrar los ojos al control del actual proceso electoral por quienes impulsan las ZEDEs, el saqueo de los bienes públicos, encarcelan y asesinan a defensores del ambiente y derechos humanos. Alertamos del peligro de que las campañas en lugar de fortalecer propuestas alternativas, se conviertan en cortinas de humo para alejarnos de los problemas centrales del pueblo, que se multiplican día a día. Consideramos vital acentuar las luchas por la dignificación y defensa de nuestra soberanía, y en ellas hemos de poner todo nuestro empeño.

4.- No cabe duda que la corrupción, es la base de todo accionar dictatorial. Y ha quedado evidenciado recientemente, con el escándalo de Marcos Bográn, quien ha entrado a un juicio por su participación en la corrupción. Sin embargo, presionemos parque caiga toda la red involucrada. Otro ejemplo claro, es el presidenciable por el Partido Nacional, Tito Asfura, que carga otro bloque de acusaciones, sumadas a los ya denunciados casos de Condado Santa María y la privatización del agua en Tegucigalpa.

5.- Condenamos las violaciones a los derechos humanos de los migrantes y toda la política de criminalización xenofobia contra ellos y exigimos la libertad inmediata para todos los presos políticos, el cese a la persecución a los compañeros de Zacate Grande y Vallecito y la investigación por la desaparición de nuestros hermanos garífunas del Triunfo de la Cruz.

6.- Saludamos con entusiasmo a nuestros hermanos y hermanas costarricenses en sus luchas por evitar que se apliquen paquetes privatizadores, así como abrazamos los esfuerzos de los pueblos por su emancipación. Es alentador, además, saber que desde diferentes territorios se apuesta por la libertad y la autonomía colectiva, y que esta apuesta cobre fuerza en acciones que hacen un llamado a dignificar cada acción de nuestros pueblos. Seguimos en pie de lucha, y siempre con nuestra voz de rebeldía.

Honduras, octubre de 2020