Junto a la internacionalmente declarada implicación de Juan Orlando Hernández y su gabinete, en el narcotráfico, hemos iniciamos el año con la carga de terror declarada por el régimen con una nueva ola de asesinatos, con el fin de desmovilizar y advertir a toda la gente luchadora que ese será su destino si persisten en su lucha. Pero nuestra lucha por la liberación y la dignificación no se detiene, y la reafirmamos en nuestro Trigésimo Sexto Manifiesto Público.La Fiscalía Sur de New York, mediante investigaciones, no solo ha señalado, ha afirmado en más de una forma, la participación de Hernández en actividades ilícitas. Esto representa un golpe a la narco dictadura y una oportunidad para movilizarnos y seguir golpeando hasta echar esos criminales de nuestra institucionalidad.

1.- La nueva ola de asesinatos, o empaquetados, acompañada de una fuerte y fría campaña en medios de comunicación, subyace el llamado a que el ejército tome participación para poner fin a una supuesta racha de peleas entre maras, y con ese argumento, militarizar e extremo la sociedad para garantizar el continuismo de la narco dictadura, a través del proceso electoral.

2.- Exigimos la liberación inmediata de Rommel Valdemar Portillo y de los compañeros de Guapinol, víctimas de la rabia de la lógica transnacional al no poder tomar y dominar los territorios para sus fines mercantiles. La indefensión legal en la que se encuentra este pueblo, responde directamente a que no hemos sido nunca parte de la construcción de nuestras propias leyes. Y como producto la ley ilegitima, termina dominando.

3.- El capitalismo es la crisis hecha sistema, en Honduras devino como modelo neoliberal. Hambre, desnudez, sed, es lo que propone el escenario, un escenario construido, no natural. Las caravanas siguen saliendo de nuestro país, en un punto donde solo nos queda la esperanza, no salen buscando un sueño americano, emigran donde se encuentran los recursos que nos han robado. La promesa capitalista de la dictadura condensada en un “Vida Mejor” se ha agotado en sí misma.

4.- Los cambios en la geopolítica, en este caso el cambio de figuras políticas en Estados Unidos, implica una profunda reflexión de nuestra situación histórica. Los intereses transnacionales no cambiarán, la lucha contra el imperio debe continuar, porque el mundo arde de justicia. La constitución de la vigilancia demente de la biopolítica neoliberal, se hace presente en las redes sociales como método de control, a manera de carceleros sociales.

5.- Hacemos un llamado a toda nuestra gente, a las organizaciones sociales de todo el país y a nuestro pueblo damnificado y desempleado, a que convirtamos este año en un tiempo de lucha por la soberanía y la dignificación, y así arranquemos con una propuesta popular para revertir el daño que por 200 años nos han provocado las élites a través de su sistema depredador y productor de desigualdades y violencia. El futuro solo puede ser nuestro.

Honduras, enero de 2021.