Rafael Delgado Elvir[1]*
Esta es la semblanza de un hondureño que desde muy joven entendió que la transformación del país no se alcanzaría con esfuerzos puntuales y aislados. Por ello planteó e impulsó, entre otras iniciativas, una reforma universitaria que incluía los propósitos más sentidos de la sociedad.
Introducción
Este trabajo tiene como objetivo presentar la trayectoria universitaria de Aníbal Delgado Fiallos desde sus inicios como estudiante, pasando por sus etapas de docente, investigador y funcionario universitario. Esta breve semblanza se limita sobre todo al ámbito de su trabajo y obra en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, UNAH, especialmente en San Pedro Sula.
Para elaborar este artículo se ha recurrido a documentos del archivo personal de Delgado Fiallos, a referencias orales transmitidas al autor, así como referencias de compañeros de trabajo. Se trata, por consiguiente, de una primera aproximación a su biografía, que deberá ser ampliada y profundizada en futuros trabajos recurriendo a archivos de la UNAH.
La familia y sus primeros años
Aníbal Delgado Fiallos nació en Siguatepeque el 18 de septiembre de 1936 y falleció el 28 de diciembre de 2013 en San Pedro Sula. Fue su padre Aníbal Delgado Urbina (1912-1949), médico graduado en la Universidad Central de Tegucigalpa; y fue su madre Graciela Fiallos (1914-1980), maestra graduada de la Escuela Normal de Señoritas de Tegucigalpa. Creció en el hogar formado por su madre, su padrastro Antonio Leiva Valenzuela (1907-1976) y sus hermanos Regina Augusta (QDDG), María Magdalena, Darcy (QDDG) y Roberto Antonio.
Los primeros años de su vida transcurren en la apacible y fresca población de Siguatepeque, rodeado de pinos y montañas, del entorno familiar constituido por su madre y padrastro, así como de la familia Fiallos, que se extendía en una amplia parentela desde Siguatepeque hasta Jesús de Otoro.
Asistió a la Escuela de Varones Luis Landa de la misma localidad, donde terminó su educación primaria. Siendo su madre una maestra, le inculcó el apego al estudio y seguramente el niño Aníbal respondió a los estímulos y orientaciones que desde muy temprano marcaron su ruta vital. Por ello lo enviaron a Tegucigalpa para cursar la educación media, ya que en Siguatepeque no había colegio; asistió a los colegios Vicente Cáceres y posteriormente al Héctor Pineda Ugarte, donde se graduó de Perito Mercantil y Contador Público.
Los tiempos estudiantiles
Para muchos otros jóvenes de su edad, la formación profesional terminaba con la educación media. Pero Delgado Fiallos ingresó a la Universidad Nacional en 1956, a la carrera de Economía, que estaba recién fundada y constituía la primera carrera de la Facultad de Ciencias Económicas y Contables de la Universidad.
Su paso por las aulas universitarias preparó a Aníbal Delgado como economista. Pero además despertó en él interés por su país y por la educación. Como lo dejó plasmado en su ensayo “Ruta de una Lucha” en la Revista Política de Honduras, participó activamente en el movimiento estudiantil universitario en momentos críticos, concretamente en la lucha contra la dictadura de Julio Lozano Díaz —que intentaba legitimar su gobierno con una Asamblea Nacional Constituyente—, y en las discusiones a favor de la autonomía universitaria.
Formó parte de esa iluminada generación de estudiantes que entendían la necesidad de una educación universitaria independiente de los lineamientos de los partidos en el poder y con sus propios órganos de gestión. Por ello fundaron el Frente de Reforma Universitaria (FRU) y le dieron una gran vitalidad a la Federación de Estudiantes Universitarios de Honduras (FEUH). Aníbal Delgado Fiallos fue secretario general de ambas organizaciones, en diferentes años.
En 1957, junto con otros estudiantes, redactó un proyecto de los artículos constitucionales que contenían la visión de una Universidad Autónoma, libre de injerencias de los gobiernos de turno y con una asignación anual establecida en la Constitución.
Posteriormente, en 1958, la dirigencia estudiantil solicitó una reforma a la Ley Orgánica que introduce la gestión paritaria en el Alma Mater. Fue allí su inicio en la política nacional, con un marcado énfasis en la educación.
Los primeros años de su vida profesional
Recién egresado de la Universidad, se casó en diciembre de 1961 con Edenia Elvir Batres, originaria de Tela, y a quien conoció mientras ella estudiaba en la Escuela Normal de Señoritas de Tegucigalpa. Residieron en la capital por varios años, durante los cuales Aníbal Delgado Fiallos trabajó como gerente de diario El Cronista.
Allí entabló una relación de amistad y trabajo con Alejandro Valladares, dueño y director del mismo diario, que le concedió el espacio suficiente para administrar el periódico, pero también para escribir sobre temas políticos, económicos y sociales.
Durante esos años participó activamente en política desde el Partido Liberal como miembro de la Juventud Liberal, como presidente del Consejo Local Liberal de Tegucigalpa y como miembro de la Asociación de Profesionales Liberales. En febrero de 1966 —previo a la Convención Liberal—, se une a la discusión sobre la participación del Partido Liberal en el régimen de facto y sobre su orientación ideológica. Publica el ensayo político “Al Poder, para el Progreso, por la Unidad”, en el que llama a los liberales a organizarse en un partido que, superando los principios del liberalismo clásico, formule un programa democrático y a la vez revolucionario para llegar al poder.
Según Darío Euraque, en su ensayo “Aníbal Delgado Fiallos: Historia, Biografía y Habitus en la Guerra Fría”, publicado en la Revista Rosalila, meses después, la convención liberal reunida en San Pedro Sula proclamó la adhesión del Partido Liberal a la Izquierda Democrática, siguiendo el espíritu y planteamiento de diferentes dirigentes y grupos políticos liberales, incluido el de Delgado Fiallos.
Su actividad universitaria en San Pedro Sula
Durante los primeros años de la década de 1960 fungió como catedrático auxiliar de Teoría Económica y después como catedrático titular de Historia de la Economía y del Pensamiento Económico en la Facultad de Economía de la UNAH en Tegucigalpa. Allí conoció y trabajó con Medardo Mejía, destacado historiador y editor de la Revista Ariel, con quien estableció una relación amistosa y de discusión sobre Economía, Política e Historia.
Con una rica experiencia política y académica, se trasladó a San Pedro Sula en 1967. La ciudad experimentaba significativos cambios en esos años: se fortalecía el sector empresarial y la clase trabajadora en los sectores de la manufactura, agroindustria, comercio y servicios; crecía el sector de los profesionales y técnicos.
En 1969 termina su proyecto de tesis de licenciatura con el tema “Incentivos Fiscales para el Desarrollo Nacional”, que le permite obtener el título de Licenciado en Ciencias Económicas. En esos primeros años de su vida en San Pedro Sula, trabaja como consultor económico para varias empresas. Ese mismo año, con 33 años por cumplir, se integra como docente a la Facultad de Ciencias Económicas de San Pedro Sula, la única institución educativa superior de la ciudad en aquel entonces, creada en 1955.
Inicia impartiendo la clase de Historia del Pensamiento Económico; posteriormente, amplió su actividad docente a las asignaturas de Microeconomía y Macroeconomía. Desde su bufete de estudios económicos en el centro de San Pedro Sula, se trasladaba diariamente a impartir clases al nuevo campus que, en aquel tiempo, era un lejano punto en el extremo norte de la ciudad. Desde 1968, en un lote de 30 manzanas y solamente con un edificio de aulas, se habían iniciado las clases en ese lugar donde hoy sigue funcionando la UNAH-VS.
Aníbal Delgado Fiallos entendió que la Academia debía evolucionar para dar respuesta a las necesidades de profesionales y ciudadanos de excelencia, para aportar desde el conocimiento científico a la solución de los problemas del país. Por ello no fue un accidente que el Primer Congreso de Economistas de Honduras se realizara en la Facultad de Economía de San Pedro Sula del 16 al 19 de septiembre de 1971.
La temática de los economistas hondureños reunidos en la Universidad, como lo describe la memoria oficial del evento, fue sobre el papel del economista frente a la realidad nacional, los problemas y perspectivas del sector agropecuario, del sector industrial, análisis de la infraestructura nacional, y el atraso y la dependencia del país. El organizador fue Delgado Fiallos quien, después de instalado el evento, fue nombrado Presidente del I Congreso de Economistas de Honduras.
En 1973 inició su gestión como Decano de la Facultad de Ciencias Económicas de San Pedro Sula, después del período de Amanda Moreno de Mejía. Según lo recordaría Delgado Fiallos años después, en el documento inédito de 1982 titulado “Plan de Gobierno de los candidatos a la dirección del Centro Universitario Regional del Norte para el período 1982-1985 promovidos políticamente por el Frente de Reforma Universitaria”, en 1973 había alrededor de 800 estudiantes y aproximadamente 40 docentes en el campus de San Pedro Sula. La oferta académica estaba limitada a tres carreras completas (Economía, Administración de Empresas y Contaduría) y se ofrecían las clases introductorias para otras carreras. Junto con un grupo de académicos, comenzó la tarea de actualizar la vieja facultad sampedrana a los requerimientos de un país en movimiento y en crecimiento.
Durante su gestión como Decano (1973-1976) se propuso elevar el nivel académico e introducir rigurosidad en el trabajo docente, modificar los métodos didácticos que integran la unidad enseñanza-aprendizaje, con el objetivo de aplicar el conocimiento científico a la realidad social del país, cuestionar esa realidad y adquirir un compromiso con su transformación; diversificar las áreas de estudio y realizar la inversión física para desarrollar el campus.
Desde un principio entendió que los anhelos por una Academia ligada a los grandes objetivos de transformación del país no se alcanzaban con esfuerzos puntuales y aislados. Por ello, desde el inicio planteó planes de desarrollo institucional a mediano y largo plazo, que convertirían la reforma universitaria en un esfuerzo permanente. Sería el último decano de la Facultad, por los cambios que posteriormente ocurrieron.
Según Delgado Fiallos, en el ensayo inédito de 1978, “Apuntes para una Historia de los Estudios Superiores en San Pedro Sula”, el Claustro Pleno de la UNAH emitió el acuerdo que crea el Centro Universitario Regional del Norte (CURN) y éste empezó a funcionar el 1 de enero de 1976, suprimiendo la Facultad de Ciencias Económicas como unidad académico-administrativa. El Acuerdo indica que el CURN será dirigido por un director y apoyado por un Consejo Directivo paritario, y que dichas autoridades debían ser elegidas antes del 31 de mayo de 1976.
Con un liderazgo consolidado y habiendo dado muestras de guiar la academia sampedrana por el sendero del desarrollo, a partir de 1976 los docentes y estudiantes eligieron a Aníbal Delgado como su primer Director para el período 1976-1979. Lo acompañó como Vice-Director Arturo Euceda Gómez. La inicial tarea de 1973, de impulsar un proceso de cambio, continuó con un grupo importante de académicos y profesionales sampedranos.
En este período se amplía la oferta académica del nuevo centro universitario, respondiendo a la demanda creciente del país y su economía. Se crean los bachilleratos en Pedagogía y Ciencias de la Educación, el Profesorado para Educación Media y se impulsa la profesionalización de enfermeras para que obtuvieran su Licenciatura como paso previo a la creación de la Licenciatura en Enfermería; además, se imparten los cinco primeros semestres de Ingeniería Civil.
Sin embargo, Aníbal Delgado consideraba necesario romper con razonamientos que, dándole la espalda al evidente desarrollo socioeconómico que vivía el Valle de Sula y sus zonas aledañas, frenaban la apertura de carreras que se demandaban. Argumentaba sobre la potencialidad existente en el personal docente del CURN y las posibilidades reales de iniciar impartiendo los primeros niveles de las carreras que se ofrecían en Tegucigalpa, entre estas las de la Facultad de Ingeniería y Administración de Empresas.
Proponía la diversificación no sólo en función de nuevas carreras, sino en ofrecer variantes como los bachilleratos universitarios para responder adecuadamente a lo que la región necesitaba. Planteaba un proceso gradual de crecimiento, que podía iniciar consolidando carreras cortas; pasar de carreras cortas a bachilleratos universitarios; los bachilleratos consolidados desarrollarlos a licenciaturas como Literatura, Ciencias Sociales, Química y Matemáticas y las licenciaturas a posgrados. En este período se hacen las primeras gestiones para iniciar con la carrera completa de Ingeniería Civil. Se impulsa además la de Derecho, el Bachillerato en Desarrollo Agrario y se socializan las primeras iniciativas para incursionar en el campo de la salud.
En 1978, el CURN alcanzó una población de 3,400 estudiantes. En este proceso de crecimiento estaba latente el convencimiento de que la Universidad no solo debía formar técnicos, sino también ciudadanos íntegros, sensibles al dolor humano y comprometidos con su país. Se vinculaba el crecimiento de la Universidad con la formación de jóvenes para que sirvieran a sus regiones y para que cada vez más jóvenes de bajos ingresos tuvieran una formación universitaria.
Después de haber terminado Hernán Erazo su período como Director (1979-1982), nuevamente Aníbal Delgado fue electo Director del CURN para el período 1982-1985, y como Vice-Director Sidney Panting. Según el documento “Plan de Gobierno de los candidatos a la dirección del Centro Universitario Regional del Norte para el período 1982-1985”, en aquel momento el centro universitario contaba con alrededor de 5,000 estudiantes y 160 docentes. Se ofrecían nuevas carreras, como Ingeniería Industrial e Ingeniería Civil.
La ampliación del campus se emprendió con la construcción de nuevos edificios de aulas, la biblioteca, cafetería, laboratorios y se pavimentaron las áreas de estacionamiento. En este período Aníbal Delgado se propuso consolidar lo logrado hasta ese momento por el CURN, y advirtió la necesidad de trabajar en áreas marcadas por serias deficiencias.
Por lo anterior, planteó emprender la reforma de los planes de estudio, revisar los métodos de enseñanza-aprendizaje vigentes, sobre todo de las asignaturas con alta reprobación, lograr mayor autonomía en el manejo presupuestario para una solución duradera y rápida de los problemas de compras, mantenimiento y reparación; fortalecer la biblioteca de acuerdo a las demandas de cada departamento; identificar necesidades de formación y especialización en el exterior para los docentes; lograr financiamiento para la expansión física del CURN, particularmente en las áreas de laboratorios, biblioteca, librería, así como inversiones en equipo de ingeniería. En cuanto a los servicios estudiantiles, planteó el mejoramiento de los horarios de clases, de la atención médica y del servicio de transporte.
Con apoyo del Consejo Superior Universitario Centroaméricano (CSUCA), invitó a expertos que capacitaron al personal docente en planificación académica y evaluación de los aprendizajes. En ese mismo período logró la incorporación de profesores visitantes de universidades de Argentina, Colombia, Guinea y Francia, en áreas de Filosofía, Contaduría y Lenguas Extranjeras.
Finalizada su gestión en la dirección de la Universidad, en junio de 1985, regresó a las aulas a impartir clases en el Departamento de Ciencias Sociales, en los períodos que fungieron como jefes de Departamento Etelvina González y Osvaldo Fajardo y, en la coordinación de la Carrera de Sociología, Isbela Orellana. En el año 2000, el Departamento de Ciencias Sociales es conducido por Isbela Orellana y la coordinación de la carrera está en manos José María Ferrero. En 2004, Aníbal Delgado asumió la coordinación de la Carrera de Sociología.
Acumuló una sólida experiencia docente, impartiendo diferentes asignaturas; entre otras Ciencias Políticas, Historia de Honduras, Sociología del Desarrollo, Sociología de los Movimientos Sociales, Sociología Política, Sociología Rural, Teoría de las Clases Sociales y Seminario de la Realidad Nacional. Su actividad docente fue acompañada por su actividad de investigador. Escribe el libro Honduras: Elecciones 85 (Editorial Guaymuras, 1986), donde presenta un diagnóstico del retorno al orden constitucional y señala las debilidades de este proceso.
Posteriormente, en 1993, escribió Lecturas de Política, que sirve como libro de texto para la asignatura de Ciencias Políticas. En 1994 publicó Rosa: el político, libro en el que destaca la obra del pensador liberal del siglo XIX, Ramón Rosa. Aníbal Delgado recibió el reconocimiento de Profesor Emérito de la UNAH en 1994 y la Medalla de Oro José Cecilio del Valle a la Excelencia Académica.
Participación en la política nacional
Aníbal Delgado no se quedó en el ámbito de la Academia. Desde allí se desplazó a la política nacional y participó activamente, en diferentes momentos, con el movimiento de los derechos humanos, el movimiento social, instancias de convergencia y el Partido Liberal. En el período 1998-2002 fue Ministro Director del Instituto Nacional Agrario (INA), y durante varias décadas mantuvo su columna editorial en los diarios La Prensa, Tiempo y La Tribuna.
Durante sus últimos años de vida universitaria continuó trabajando por la Universidad y por el desarrollo educativo de la región, y se unió al esfuerzo de continuar con el desarrollo integral del CURN.
Fue miembro de la Comisión de Apoyo a la Reforma Universitaria del CURN en el período 2006-2007, junto con un grupo de destacados y comprometidos académicos: Carlos Alberto Pineda, Constancia Santos, Martha Julia Amaya, Sergio Paredes, Brenda Rosita Hulse, Rosel Faustino Cerrato, Isbela Orellana Ramírez, Melba Baltodano, Elba Morán, Manuel de Jesús Orellana Cruz.
Desde allí planteó la necesidad de una reforma universitaria dirigida por toda la comunidad universitaria y apoyada por la ciudadanía organizada en sus gremios y asociaciones, con lo cual se garantizaba que el proceso de transformación incluyera los propósitos más sentidos de la sociedad. En dicha comisión trabajó en la conversión del CURN en lo que hoy es la UNAH-VS, demostrando así su compromiso, que nació desde sus tiempos de estudiante, con la educación del país.
Con la aprobación del Modelo Teórico de la UNAH-VS, en 2008 fue nombrado como Subdirector Académico; en este cargo realizó el proceso de organización y funcionamiento de la nueva estructura académica y administrativa del centro regional, coordinó los equipos de trabajo para la revisión y el rediseño curricular, la supervisión de la labor docente, el funcionamiento de los comités técnicos de carreras y el proceso de autoevaluación de las carreras de grado y posgrado. Fue su última función universitaria, sabiendo que sus fuerzas menguaban, pero que cumplió con el mismo alto sentido de responsabilidad y civismo de siempre.
[1] Economista y docente universitario, presidente del Capítulo del Colegio Hondureño de Economistas en San Pedro Sula.